Fuerte disputa en los sótanos de la política entre Cuauhtémoc Blanco y Cuitláhuac García por ganar el título del peor gobernador
En México, cuando se dice «tan malo el pinto como el colorado», quiere decir que ambos son malos. Los dos peores gobernadores que en estos momentos se disputan el último lugar según varias estadísticas son Cuauhtémoc Blanco del estado de Morelos, y Cuitláhuac García de Veracruz. Y es que la disputa por el último lugar está muy cerrada. Mire usted, tan pronto los morelenses se sorprenden por las pifias que comete el rey de las patadas, inmediatamente el gobernador de Veracruz sale con otras para no quedarse atrás. El caso Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos, ya resulta una molestia para el mandamás de la Cuarta Transformación.
Tal parece que en Veracruz persiste la política de la simulación. Al menos en la Fiscalía sólo simulan aplicar la justicia. Se recordará que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) prácticamente obligó al gobierno de Cuitláhuac García a que reconociera que se violaron los derechos constitucionales de los seis detenidos en la capital del estado de Veracruz. Pues a regañadientes y seguramente con el sabor amargo de la derrota, en parte propinado por el senador zacatecano Ricardo Monreal, la fiscal Verónica Hernández Giadáns se vio obligada a declarar que se sancionará a los responsables y que se indemnizará a los jóvenes que injustamente estuvieron detenidos cuatro meses.
De qué sirve que los jueces sigan imputando delitos a Carlos Aguirre, exsecretario de Finanzas de Javier Duarte; de qué sirve que sigan aumentando el monto de su deuda con el estado; de qué sirve si el señor sigue sin ser atrapado. Seguramente la autoridad sabe dónde está, seguramente lo tienen localizado y cada que le imputan un nuevo delito, una nueva deuda, le van a tocar la puerta para que aporte algo de lo robado. Esta vez un juez sentenció que Carlos Aguirre debe devolver 149 millones 81 mil 749 pesos que tomara de recursos federales.
Cuauhtémoc Blanco resultó ser el Cuitláhuac García del centro del país. Tan estulto el uno como el otro. García Jiménez, gobernador de Veracruz, declaró hace dos años su victoria en contra de los grupos del narcotráfico, eso porque habían desalojado una carretera de la zona de La Tinaja. Después del reguero de cadáveres que le han dejado en el estado en este principio de año, el gobernador señala que eso es debido a la guerra entre las mismas bandas del crimen organizado. Mientras tanto, Cuauhtémoc Blanco, pariente chichimeca en estulticia del veracruzano, una vez que asesinaran al alcalde de Xoxocotla, Morelos y dejaran una manta donde dicen que tiene nexos con el crimen organizado, el Cuauc sólo dice que eso le causa risa.
Monreal dice que él no tuvo la culpa de que se perdiera más de la mitad de la Ciudad de México a manos de la oposición, el presidente dice que sí. Monreal dice que las encuestas no son confiables para elegir candidato a la presidencia para el 2024, el presidente dice que sí. Monreal dice que nunca confrontará al presidente, el presidente se siente confrontado por él. Mientras el presidente dice que su pecho no es bodega, en los hechos, no le dirige la palabra ni le contesta el teléfono al coordinador de los senadores.
Muy pocos se han peguntado cual será el impacto de la virtualidad a la educación mexicana. Y es que el covid-19 no sólo dejó secuelas económicas graves en la mayoría de los países, sino que, ante el encierro de más de 18 meses, ahora sería bueno preguntarnos cómo el confinamiento impactará a la educación en nuestro país, sobre todo a largo plazo. Y es que los mismos maestros reconocen que no es lo mismo la educación presencial que la virtual. Es cierto que, en las clases presenciales, los profesores, por lo general, sólo enseñan conocimientos, pero existe la oportunidad de dar atención personalizada y de poder ver las reacciones del rostro humano de manera directa, es decir de persona a persona.
No cabe duda que la vida te da sorpresas, ya que un día puedes estar en el tianguis vendiendo autos de medio cachete y en unos cuantos meses puedes estar despachando en una oficina como diputado en el Congreso de Veracruz. Y si algunos lo dudan, vayan y pregúntenle a Juan Javier Gómez Cazarín, líder del grupo legislativo de Morena en Veracruz, quien se sonroja cuando alguien le recuerda su pasado.
Dice la fiscal espuria Verónica Hernández Giadáns que «la institución que encabeza continuará promoviendo entre su personal el irrestricto respeto a los derechos humanos y seguirá exigiendo que las y los servidores públicos actúen con la misma obligación hacia todas las personas». Esto después de que no le quedara de otra que aceptar la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. La misma recomendación de la CNDH señala que la misma Fiscalía aceptó pruebas falsas, aceptó testimonios fantasiosos.