Por la veda de la consulta el gobernador no hará conferencias de prensa. ¡No! Vamos a extrañar sus chistes y escatologías
El Instituto Nacional Electoral determino que, hasta después del 1 de agosto, día de la llamada consulta para enjuiciar a los expresidentes, López Obrador y los gobernadores deberán evitar cualquier tipo de propaganda gubernamental y la difusión de los logros de gobierno. Es por esta razón que el gobernador Cuitláhuac García suspendió sus conferencias de prensa. Y no es que tenga mucho que decir sobre sus logros de gobierno, porque poco o nada ha hecho, pero pues al parecer quiere respetar esa veda.
Imagine usted que Joe Biden pide a los estadounidenses que participen en una consulta para enjuiciar a los expresidentes Donald Trump, Barack Obama, George Bush y Bill Clinton. El mundo entero se le iría encima, pero no sólo eso, los republicanos empezarían a cavar el hoyo donde arrojarían a Joe Biden en la primera oportunidad que tuvieran. 
Desde hace algunos días se reportó que el involuntario comediante Sammy Pérez, voz oficial del programa XHDerbez, fue hospitalizado por las complicaciones del coronavirus en su cuerpo. Queda claro para quienes conocen a este comediante de 55 años, que su estado físico antes de la enfermedad no era el más óptimo. El mánager de este comediante declaró al momento de la hospitalización: «Los pulmones iban muy dañados, estuvimos en pláticas con el doctor, este domingo tuve comunicación con el médico y me dijo que hoy en la madrugada empeoró, tuvo un decaimiento bastante fuerte, a las 10 le aplicaron otro aparato agotando los recursos».
En el programa de Jordy Rosado que transmite en su canal de YouTube, Mario Bezares fue entrevistado sobre su trabajo y amistad con Paco Stanley, quien fuera asesinado el día 7 de junio de 1999. Mario Bezares asegura que la relación con Paco Stanley era cordial y amistosa, aunque algunos señalan que lo humillaba. Bezares asegura que él sólo hacía su papel de patiño: «Está denigrada la palabra patiño porque piensan que el patiño es al que maltratan». Sobre la famosa bolsita de “cocaína” que se le cayó a Mario Bezares mientras éste bailaba el “Gallinazo”, el conductor contó a Jordy Rosado que no era cocaína, que eran unos cerillos. ¿Unos cerillos?
Para muchos, el documental Red privada: ¿Quién mató a Manuel Buendía? que se transmite por la plataforma de Netflix quedó a deber a todos aquellos que esperábamos que acusaran directamente a Manuel Bartlett Díaz, quien desde hace décadas ha sido señalado como el asesino intelectual del periodista. Para otros, el documental no podría hacer una acusación tan directa a uno de los defendidos del presidente López Obrador, por lo que de manera indirecta sí se le señala como quien pudo estar atrás de la muerte del Manuel Buendía. Pero no fue suficiente. Manuel Bartlett apenas es vinculado como el jefe directo de José Antonio Zorrilla Pérez, quien pasó 24 años en prisión por la muerte de Buendía.
Para Michael Reid, columnista de la revista británica The Economist, la consulta que se llevará a cabo para enjuiciar a los expresidentes es como una parodia del Estado de derecho que «pudo haber sido ideada por Cantinflas». Señala Reid en su columna de esta semana: «Recurrir a un voto popular para decidir si enjuiciar o no es una parodia del Estado de derecho. El presidente dice que no votará porque no es vengativo y no quiere quedarse aferrado al pasado». Por supuesto, muchos mexicanos coinciden con esta apreciación, pues para ellos está claro que la ley no debe ser objeto de negociación ni de votación, la ley debe aplicarse y punto.
Habla el poeta César Vallejo sobre esos mensajeros que nos traen noticias funestas: «Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras/en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte./Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;/o los heraldos negros que nos manda la Muerte». Hace justo un año, la pandemia de coronavirus en México estaba incontrolable. Los hospitales estaban a reventar; los tanques de oxígeno estaban en manos de mercenarios que cobraban miles de pesos por su alquiler; la gente moría en las calles, en los pasillos. Entonces recibíamos noticias funestas sobre la muerte de un familiar, de un amigo, de un personaje de la política, el espectáculo o la cultura.