Imagine usted que Joe Biden pide a los estadounidenses que participen en una consulta para enjuiciar a los expresidentes Donald Trump, Barack Obama, George Bush y Bill Clinton. El mundo entero se le iría encima, pero no sólo eso, los republicanos empezarían a cavar el hoyo donde arrojarían a Joe Biden en la primera oportunidad que tuvieran. Biden sabe que de tener elementos para enjuiciar a Trump, pues dejaría que el Congreso y el procurador se ocuparan de eso, pero ni de lejos se le ocurriría armar un circo, como el que está armando López Obrador.
Un circo político, así califica el director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco la intención de que sea un refrendo la base para decidir enjuiciar a los expresidentes. José Miguel Vivanco declaró: “El fiscal general mexicano puede iniciar una investigación sobre los expresidentes en cualquier momento. No requiere una consulta popular. Si tiene pruebas contra ellos, es su deber investigarlos. Esperar los resultados de una consulta es hacer de la justicia un circo político”.
Michel Reid, columnista de The Economist opinó en su columna que la consulta que se llevará a cabo para enjuiciar a los expresidentes es como una parodia del Estado de derecho que «pudo haber sido ideada por Cantinflas». Las coincidencias saltan a la vista entre estos dos opinadores.
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