López Obrador, el venenoso. Carmen Aristegui describe sus prácticas de confrontación. Usa recursos públicos para dañar reputaciones
¿Qué le hizo Carmen Aristegui al presidente de México? ¿Qué le hizo como para estar embistiéndola desde las mañaneras, apuntando con su flamígero dedo a su persona? Casi nada. El presidente se comprometió a regresar su programa a Carmen Aristegui, pues le pareció injusto y un abuso del poder que en el sexenio de Peña Nieto la hubieran marginado. A cambio el presidente esperaba una sumisión abyecta por parte de la periodista; algo así como lo que hace Patricia Armendáriz a quien le regaló una diputación y que ahora se convirtió en su lamesuelas de cabecera. Pero Aristegui no se sometió a la voluntad de López Obrador, no hizo lo de La Jornada, que se ha convertido en un medio apologista por excelencia.