Para los adultos mayores, gratitud y reconocimiento
En su artículo semanal, el senado Héctor Yunes Landa señala que el compromiso que tiene el Estado en otorgarle una pensión digna a los adultos mayores que no gozan de sueldo, es prioritario: «El Estado debe procurar la asistencia en tiempo y forma para aquellos adultos mayores que no están en condiciones de laborar o que simplemente desean disfrutar de su merecido descanso después de años de trabajo. El gobierno debe gestionar de forma responsable las ayudas económicas y pensiones sean federales o estatales a nuestros adultos mayores». Lo anterior es algo de lo que siempre hemos abogado en este espacio informativo; nos indigna cuando el gobierno retiene el pago de pensiones, o cuando los programas de desarrollo social son utilizados para recaudar fondos de ese sector vulnerable. Reconocemos en los adultos mayores un valor inestimable para la sociedad, su aportación es fundamental para la creación de un estado más justo y coincidimos con el senador Yunes Landa en que los adultos mayores merecen gratitud y reconocimiento público.
Ante la tragedia de Chile por la caída de Salvador Allende, Pablo Milanés compuso una canción a Santiago, la capital chilena. Esa misma canción citó el senador Pepe Yunes pues también contempla las ruinas de un estado financiero en Veracruz: «(Pablo Milanés) dice que disparará las primeras balas más temprano que tarde y sin reposo. Que retornarán los libros y las canciones que quemaron las manos asesinas. Que resurgirá su pueblo de las ruinas y que pagarán su culpa los traidores. Habrá futuro en Veracruz, créanme».
Sobre el endeudamiento, el senador Héctor Yunes Landa ha señalado que es un tema que se debe tratar sin apasionamientos. Sin embargo precisó que si el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) no hubiera determinado en su último informe el ingreso de poco más de medio millón de veracruzanos a la pobreza, este tema no resultaría tan polémico, «quiere decir entonces que algo no funciona bien».
¡No, no, no! No hace falta definir la palabra subsidio para deslindarse del compromiso que el 
La “verdad histórica” que en algún momento presentara el entonces procurador de justicia Jesús Murillo Karam sobre la matanza de Ayotzinapa, se ha venido abajo. La revista Proceso en su más reciente edición muestra una investigación con testimonios de los propios comandantes del ejército que señalan la participación del Ejército Mexicano en dicha matanza. Sume usted a esto que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha concluido que los 43 estudiantes desaparecidos en esa matanza no pudieron ser incinerados. Los investigadores de la CIDH señalan que para conseguir ese objetivo debieron haber prendido una hoguera con «30 mil 100 kilos de madera y 13 mil 300 kilos de neumáticos durante 60 horas». Claro, todas estas investigaciones no estuvieron en el Tercer Informe de Peña Nieto.
«Mientras Pepe, prácticamente se queda solo en la recta final, Héctor le baja el tono y Javier se erige en el garante de la elección que dé el triunfo a quien será su sepulturero. José Francisco Yunes Zorrilla, luego de largas reuniones con los integrantes de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de la República, dedicó parte de la semana que hoy concluye, a seguir trabajando con Luis Videgaray, como parte del compromiso de contribuir a la reestructuración de la deuda pública…» Es lo que nos ofrece Édgar Hernández en su Línea Caliente: «
Y sobre el placer de la co()ida, Salvador Muñoz nos comenta lo siguiente: «El placer va de la cama a la mesa… quien gusta del buen comer, sabe del buen co( )er. ¡Oh! ¡Me comí una letra…! Veracruz es un inmenso tesoro gastronómico que igual bien podemos encontrar en la esquina de la casa, con la señora de las garnachas, en la fonda de las tortas, en el Salto de Xala o hasta de golpe y porrazo trayéndonos Misantla a Xalapa… En serio lo digo… el placer va de la cama a la mesa… en ese orden para co( )er con más ganas… ¡chin! ¡me volví a comer otra letra…!» Lea completa su opinión «
Es sabido que muchos casos de secuestro y extorsión en el estado de Veracruz no se denuncian. Y no se denuncian porque siempre va de por medio la amenaza de que si se avisa a las autoridades la víctima puede ser asesinada. Pero otra de las razones por la que no se denuncia es porque la ciudadanía no tiene confianza en sus autoridades; puede ser por su ineficiencia o puede ser por la colusión de los policías con los grupos delincuenciales. De modo que muchas veces, en conversaciones privadas, nos enteramos del drama que viven muchos veracruzanos. Hace unos días nos enteramos de la captura de varios miembros de bandas de secuestradores, 43 miembros para ser exactos. Las autoridades informaron que se liberó a víctimas de secuestro, pero también informaron del secuestro y la muerte en Poza Rica de la hija de una doctora, perteneciente a la familia Dauzón.
De manera inusitada el drama de los inmigrantes sirios ha traspasado fronteras, cruzado océanos, sensibilizado a millones de personas en todo el mundo que están abriendo sus casas para ofrecerlas a estas personas que han salido huyendo de la guerra en sus países. Está muy bien, pero ¿y los gobiernos? ¿Y la Organización de las Naciones Unidas? ¿Están haciendo algo por detener esa guerra? ¿Están buscando las razones de esta guerra para mediar? ¿Tienen claro cuáles son los intereses que se mueven en ese conflicto? Ya lo dijo el niño sirio que con desesperación le dijo a un reportero de noticias: «No queremos ir a Europa, queremos quedarnos en nuestra casa. Queremos que detengan la guerra».
En una democracia que nunca ha presumido ser la más fuerte de Latinoamérica, hoy uno que hasta la tarde del jueves era el presidente de la República duerme en la cárcel mientras se sigue un proceso en su contra por corrupción; en una democracia que siempre ha presumido ser la más fuerte de América Latina, hoy un presidente duerme en su residencia, muy quitado de la pena aunque se haya comprobado que adquirió, mediante tráfico de influencias, una Casa Blanca. Hoy Guatemala ha superado por mucho a México, hoy México no puede presumir de su democracia. Hoy salimos de Guatemala y entramos a México, es decir, la República de Guatepeor.