Para adorno la Gaviota nos sale muy cara
Por cierto, ¿vieron a la Gaviota en la “Ceremonia del Grito”? Cada que tibiamente Peña Nieto lanzaba su arenga de “Viva, esto, Viva lo otro”, la señora apenas musitaba un “viva” sin el entusiasmo que debería tener una patriota. Y no lo tiene porque ella no es patriota, es actriz, es arribista, es modelo, es adorno. Y luego ese cuento de que se suspendió la cena en Palacio Nacional por políticas de austeridad. Pues con lo que costó el vestido “strapless” color champagne que llevó la primera dama, diseñado por Alejandro Carlín y sus aretes de la joyería de Daniel Espinosa, podría haber pagado la cena de esa noche; y el mondongo para la cruda del día siguiente se pagaría con el vestido de Benito Santos que utilizaría para el desfile. ¡Austeridad mis polainas!