Categoría: Avenida Principal

En visita relámpago, el diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares estuvo en las oficinas de la Fiscalía General del Estado para poner una demanda en contra de quien resulte responsable por el desvío de «más de nueve mil millones de pesos de recursos públicos que debían haberse destinado a la educación». Sin embargo, el presidente de la Comisión de Seguridad en el Congreso federal señaló que el gobernador «había descubierto que en la nómina de la Secretaría de Educación de Veracruz estaban registrados dos mil 173 aviadores que cobraban más de 815 millones de pesos al año». Yunes Linares agregó: «La afirmación de Javier Duarte es una confesión de culpa. La Fiscalía General del Estado debió haber iniciado de inmediato una averiguación previa en contra tanto de los responsables de haber permitido y encubierto esta desviación multimillonaria incluyendo al propio Duarte, como en contra de quienes indebidamente cobraron sueldo sin devengarlo». Por supuesto no se puede esperar que se haga una investigación. Ya mero el “Fisculín” va a llamar a su jefe para que declare sobre el caso.

«De hecho fue Salvador Mikel el que impulsó la publicación de mi libro La noche que murió River Phoenix y otros cuentos adolescentes. Entonces él era secretario de Gobierno y Tulio Moreno era el regente de la Editora. Mikel se enteró que yo estaba becado en la Escuela de Escritores de la SOGEM y por ello me mandó llamar a su oficina, la única vez que he estado sentado en esa oficina. Apoyó la publicación de mi libro y la presentación. Trajimos a Hugo Gutiérrez Vega y a Salvador Castañeda. Años después, en un evento que se llevó a cabo en el hotel Howard Johnson, me encontré al licenciado Mikel, ya no tenía pelo y estaba combatiendo al cáncer. Lo vi bien, animoso, sonriente, no parecía enfermo. Ahí le entregué la segunda edición de mi libro publicado en la colección Atarazanas del IVEC. Le dio gusto saber que el apoyo que me había dado no se hubiera quedado ahí. Hoy me enteró que ha muerto y lo lamento mucho. Descanse en paz Salvador Mikel».

Javier Duarte perdió una la oportunidad de mostrarse como un gran estadista; esto al menos para las cámaras. Cuando la madre de Rubí Salcedo Jiménez lo interceptó en su paseo por Orizaba para reclamarle, no por la desaparición de su hija, sino porque las autoridades han hecho poco o nada para dar con ella, el gobernador viendo las cámaras se debió haber detenido, preguntado, atendido a la madre. Debió llamar a Luis Ángel Bravo o a Bermúdez Zurita; debió hacer el show que bien le salía a Fidel Herrera que parecía todo lo resolvía en ese momento. Pero no, se dejó llevar por los nervios y esbozó una sonrisa que contagió a la señora Karime. Lo peor del caso es que el gobierno se ha valido de sus esbirros en los medios, de esos textoservidores de esquina para criminalizar a la víctima. Así, en primera plana El Buen Tono de José Abella publica: «Fernanda Rubí ligada a los zetas». Ya me imagino a Javier viendo con beneplácito la portada de este medio. Abellá lo que está diciendo con esta portada es: «Para que se le quite a la pinche vieja por andarle reclamando al gobernador».

Toda la mañana Televisa, vocero oficial del presidente, se ha puesto a justificar el dicho de su presidente quien de manera tramposa lanzó un alarido por twitter para decir que Patricia era «el huracán más grande de la galaxia mundial universal en toda la historia de la humanidad humana». Sus reporteros, en varios puntos de la República, hablan de las consecuencias del paso de Patricia. Por supuesto nos alegramos de que no haya sido así; nos alegramos de que las desgracias hayan sido mínimas. Pero ya andan diciendo por ahí que el presidente se valió de esta distracción para que los diputados aprobaran en lo oscurito un nuevo impuesto de cuatro a cinco pesos a la gasolina. Cabe mencionar que apenas en el mes de septiembre el subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher, había afirmado que no venía ningún impuesto para las gasolinas en el 2016. De ser todo esto cierto ¡qué poca madre! Que se valgan del pánico de los mexicanos para conseguir sus fines impopulares. Es como lo que hace un ladrón que por un lado distrae al transeúnte y por el otro lado ya le está robando la cartera. ¡Peña Nieto… la porra te saluda… tu tu tu tu tu!

Un padre de familia muy preocupado nos comentó que en unidades del transporte público (taxis) andan delincuentes parando a los jóvenes para engancharlos. Primero les preguntan sobre determinada calle, así como para agarrar confianza, después a dónde van y al final los invitan a “cotorrear”. Eso es lo que le hicieron a los hijos de un padre de familia que alcanzó a ver la unidad pero no el número. «Era un taxi Tidda nuevo, iban dos personas jóvenes y enfrente de mi casa, en la colonia Zapata, abordaron a mis hijos. Cuando les pregunté a mis hijos si los conocían me relataron que los invitaron ‘cotorrear’, pero iban tatuados y con pinta de delincuentes». La Dirección de Tránsito debería tener un padrón de choferes autorizados para manejar el servicio de taxis. El problema es que a la fecha cualquiera puede tomar un taxi para salir a dar el servicio; pero en algunos casos salen también a “halconear” o para reclutar jóvenes incautos. El padre de familia prefirió comentárnoslo por la desconfianza que tiene a las autoridades. «Qué tal si les digo y ellos le avisan a los delincuentes y me los echan encima». Tal es la confianza que tienen a las instituciones garantes de la seguridad.

Es lamentable lo que sucedió con el joven fisicoculturista, quien fue baleado por unos delincuentes a pleno día y en una calle céntrica. Es preocupante el hecho porque uno siempre piensa que es en los suburbios donde se dan este tipo de acciones, pero no, los delincuentes son más temerarios y esa temeridad sólo se las brinda la escasa vigilancia policiaca o en el peor de los casos, el permiso que obtienen de ciertas corporaciones policiacas para que actúen con completa impunidad a cambio de compartir la ganancia mal habida que obtienen. Ya en varias colonias los propios vecinos se están organizando para volverse “vigilantes”. El problema es que toda esta situación puede llevarnos a casos como el de Ajalpa, Puebla, donde unos encuestadores fueron linchados y calcinados porque fueron confundidos con secuestradores. Cuando la institución que imparte la Justicia no funciona, el pueblo hace justicia por propia mano, pero a veces se equivoca.

Se comenta entre periodistas que hasta da escalofríos cuando se menciona la sola posibilidad de que Érick Lagos pueda ser gobernador aunque sea por dos años. Claro, primero tendría que pasar por una contienda en la que todo el arrastre de los Yunes, de todos los Yunes, buscaría impedir que este hijo de… la “fidelidad” se sentará en la silla de gobernador. «Érick representa lo peor de la política en el estado», comentan, «es parte de esa mafia que se niega a morir». De llegar Érick todos los sectores correrían peligro, pero especialmente el periodismo crítico, el que ha señalada una y otra vez la colusión que la mafia “fidelista” tiene con el crimen organizado; quienes han estado señalando las riquezas inexplicables de todos esos beneficiados de la corrupción.

Después de que se descubriera que la subsecretaria de Enseñanza Media y Superior, Denisse Uscanga, había colocado a toda su parentela en la fuerza aérea de la Secretaría de Educación, el clamor que se levantó fue para pedir que la investigaran y en caso de hallarla culpable pues que le fincaran responsabilidades; para eso hay una Ley de Responsabilidades para Funcionarios Públicos. Pero la señora está muy tranquila, porque sabe que en este estado la impunidad es letra de cambio. Y antes que preocuparse, la señora Denisse Uscanga está pasando oficios a los trabajadores de la SEV, adscritos a su subsecretaría, en donde les da indicaciones para que acudan como acompañantes de la secretaria Xochitl Osorio al ungimiento de Alberto Silva Ramos como presidente del PRI en el World Trade Center; por cierto pide a cada mando superior que se haga acompañar de sus subalternos. ¡Vaya que caradura la de la señora Uscanga! Ella debería recordar que el protector de su padre, Emilio Chuayffet, ya no forma parte del gabinete de Peña Nieto.

Mientras los diputados veracruzanos del PRI andan ocupados acusando a Yunes Linares ante la misma PGR, el diputado panista sigue con sus labores legislativas. El día de ayer, en la comparecencia del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, señaló que «la comparecencia de los secretarios de Estado ante ésta representación nacional es parte sustantiva del sistema de control parlamentario en un régimen presidencial». Por cierto, ¿cuándo veremos a los diputados de la “fidelidad” presidiendo alguna comparecencia? ¡Ahhhh!, se nos olvidaba que sólo Alberto Silva tiene la presidencia de la Comisión de Población; pero Silva anda muy ocupado porque mañana lo hacen presidente del PRI estatal.