¡El OPLE: gastalón!

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- en Opinión

Irineo Domínguez Méndez / La “caída” de la reforma electoral propuesta por el ejecutivo estatal tiene como resultado la necesidad de otorgar más recursos al OPLE de Veracruz para poder cubrir gastos antes no contemplados. Al respecto, se ha dicho que la democracia cuesta y es el pueblo el que paga los platos rotos por tener autoridades electorales de lujo. Sin embargo, existen gastos que, legalmente, pueden suprimirse; entre ellos, “el pago” a los representantes de partidos ante el Consejo General. Por otro lado, el apoyo a las Asociaciones Políticas Estatales (APEs), bien puede reducirse si cumple literalmente lo mandatado por el Código Electoral de Veracruz, igualmente debiese suceder con los salarios de los integrantes del Consejo General.

El aumento al salario mínimo (SM) y a la unidad de medida y actualización (UMA) reflejan los porcentajes en que aumentarán, también, las prerrogativas otorgadas por financiamiento público a los partidos políticos y las APEs. El primero aumentó en 15% y el segundo en 3.5%; cuestión que no ha sido aplicada al presupuesto aprobado por el OPLE en su acuerdo 2020/OPLEV-CG078-2020. Si tal acuerdo no sufre ninguna modificación, se observa que dicho presupuesto destina, a cada una de las 10 APEs, $556,367.00 anuales y a cada una de las 14 representaciones de los partidos políticos ante el Consejo General $719,366.00 anuales.  Así las cosas, dichos montos arrojan un monto total de $6,676,399.00 y $8,632,397.00, respectivamente; estos dos montos suman $15,308,796.00.

El código electoral local no es imperativo al estipular, en su artículo 40 fracción XII, que, “por concepto de representación de cada partido político ante el Consejo General, atendiendo a la disponibilidad presupuestal, los partidos políticos podrán recibir una aportación que no podrá exceder en un mes lo que resulte de multiplicar el valor de la UMA por 460 veces”. Luego, entonces, en virtud del Estado de Excepción que vive el País y que afecta la economía de todos debiese anularse la prerrogativa destinada a este rubro; pues, no hay disponibilidad.

En cuanto a las prerrogativas asignadas a las APEs, en un artículo anterior expuse que esta figura jurídica, antes necesaria para constituir un partido político estatal, está de sobra en el código electoral veracruzano. Las actividades realizadas por ellas son completamente desconocidas; si acaso, nos enteramos de la celebración de “aniversarios” por su fundación. Más, en cuestiones políticas, brillan por su total ausencia.  Estas asociaciones “tienen por objeto coadyuvar al desarrollo de la vida democrática y la cultura política, además de fomentar la libre discusión y difusión de las ideas políticas. Sus actividades están orientadas a cumplir con sus objetivos y son las relativas a: tareas editoriales, de capacitación, educación e investigación socioeconómica y política. Para el desarrollo de éstas recibirán apoyos materiales”, de acuerdo con lo dispuesto en el Artículo 28, fracción VI del Código referido. Queda muy claro: “recibirán apoyos materiales” ¡no pecuniarios!

Por último, los integrantes del Consejo General del OPLE tienen salarios iguales a los de un magistrado del TSJE, sin tener la carrera judicial que éstos poseen. Su poca vergüenza les permite asignarse salarios exorbitantes; a ellos la pandemia les vale gorro y la gente que la sufre también. Desafortunadamente, “la autonomía” que goza el OPLE se vislumbra solo en esta cuestión: cobrar lo que no merecen. Estando solapados por los poderes legislativo y ejecutivo, piden aumento de presupuesto con la finalidad, también, de “vivir mejor la democracia”.

Todos los integrantes del OPLE de Veracruz son omisos y poco solidarios en el apoyo brindado a la población que padece la pandemia. Los $15,308,796.00 que reciben los partidos políticos y sus representantes en los rubros comentados son más necesarios y útiles para la compra de medicinas; reducir los salarios de todos integrantes del Consejo, seguramente, provocaría el ahorro de $20 MDP al año; miles de personas se beneficiarían con ello. Continuar dispendiando el dinero público solo exhibe los acuerdos soterrados para agenciarse dinero del pueblo.

Muchas gracias a los partidos políticos que apoyaron a los “reyes magos” el pasado 6 de enero; en especial a RSP y PRD, los cuales, sin ningún temor, acudieron a las zonas más pobres de la Capital y el Estado para hacer felices a los niños.

Otro sí digo. – Es necesario reformar el código electoral de Veracruz para evitar tanto dispendio de recursos.

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