«Fue ‘La Loca’, fue ‘La Loca’», le aseguraba esa madrugada el gobernador de Veracruz al presidente de la República. En unas cuantas horas Cuitláhuac García había solucionado los crímenes del bar Caballo Blanco en Coatzacoalcos. Hasta le dijo que a “La Loca” la había dejado en libertad el fiscal Winckler. Todo era una mentira, delirios de una mente “loca”. De igual manera, el día de ayer el gobernador daba a conocer a dos presuntos implicados en el asesinato de la alcaldesa de Jamapa, Florisel Ríos Delfín.
¿Cuáles eran las pruebas? Pues que dos sujetos que llevaban armas en su camioneta quisieron evadir un filtro de seguridad, fueron perseguidos, supuestamente se enfrentaron con la Fuerza Civil y elementos de la Marina, sobrevivieron sin ningún rasguño y fueron entregados a la Fiscalía quien de inmediato los vinculó con el crimen de la alcaldesa.
Esta mañana, un juez de control dio prisión preventiva a John León “N” y a Víctor Francisco “N”, detenidos en el municipio de Manlio Fabio Altamirano, por los delitos de resistencia de particulares y tentativa de homicidio, pero no por el asesinato de Florisel Ríos Delfín. Otra vez, el gobernador se fue de hocico; otra vez su enfebrecida mente “loca” le jugó una mala pasada.
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