En Libertad bajo Palabra se los dijimos a tiempo, Lorenzo Portilla, extitular del Órgano de Fiscalización de Veracruz, es un ladrón, un extorsionador. A tiempo documentamos la manera como operaba. Pusimos en evidencia a sus sobrinos, quienes eran ocupados para amenazar a empresarios, funcionarios públicos y hasta alcaldes con echarles encima las auditorías suficientes como para hundirlo en demandas.
Ahora, cuando Portilla ya huyó, cuando podría estar en Málaga, como lo hiciera Lozoya Austin, es que la actual auditora general, Delia González Cobos, acusa a su antecesor de utilizar 8 millones de pesos para repartir entre sus cómplices. Por supuesto, eso lo hizo en complicidad con la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN), pues el mismo Jose Luis Lima Franco, le dio el dinero para que el auditor dispusiera de ese dinero a discreción.
Ahora salen a decir que “el órgano interno de control determinará lo que proceda legalmente; si se demuestra que el procedimiento de dicha liquidación millonaria fue ilegal. le daremos parte a la Fiscalía General del Estado”. Si quiere saber cómo operaba, siga este enlace:
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