Uno de los puntos que más se le ha reprochado al presidente de México es su actitud en contra de los medios de comunicación; hasta perros sin bozal los llamó en una ocasión y cuando le pidieron que se disculpara, se disculpó, pero con los perros. López Obrador tiene un pleito directo con algunos medios, especialmente con Reforma. Incluso, cuando un reportero le hace algún cuestionamiento, se atreve a preguntar de qué medio es, como si eso influyera en su respuesta.
El día que López Obrador celebrara su primer año de gobierno en el Zócalo de la Ciudad de México, algunos de sus seguidores insultaron y agredieron al periodista de TV Azteca Irving Pineda, quien anteriormente había acusado a los seguidores de López Obrador de llevar a cabo una campaña de insultos hacia su persona en las redes sociales. Sólo hay que ver los rostros de la fanaticada lopezobradorista gritando al reportero «vendido», «chayotero».
Pero ya los regañó AMLO, ya pidió en su conferencia mañanera más respeto a la prensa: «Sí eso lo hacen supuestamente para ayudar a nuestro gobierno, en vez de ayudarnos nos afectan, son conductas reprobables, no debe haber agresión para nadie este es un movimiento que ha sido, es y será pacífico siempre». Pero, ¿por qué se fueron contra Irving Pineda los amlovers? Pues porque AMLO le puso el dedo encima en una mañanera.
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