Pues la tregua fue entre los hijos de José José, no entre los mexicanos y la malvada Sarita Sosa. Y es que en tres días Sarita Sosa se ganó el odio de miles de mexicanos que se indignaron por su codicia al mantener ocultó el cuerpo de su padre en lo que se ganaba unos cuantos dólares siendo entrevistada en Univisión y en Telemundo. La actitud insensible e irresponsable de la joven todavía queda en el rencor de muchos fans del cantante mexicano que no creen que se merezca tal lucro con su muerte.
Pero ya sabe usted cómo se la gastan los mexicanos, que de todo se desquitan. Y es que la creatividad de nuestros artesanos se hizo manifiesta y ya lanzaron al mercado la piñata de Sarita Sosa, para que, en sus fiestas de cumpleaños, bautizos o cualquier ocasión, pueda usted sacarle la fruta y la colación de la panza a una representación de Sara Sosa y así, con esa catarsis, aleje el riesgo de desquitarse con la Sarita real.
La piñata viene con la misma indumentaria que uso la joven en las entrevistas que concedió a los medios el día que anunció la muerte de su padre. Así que ya sabe, para sus fiestas y posadas cante el “dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino” y terminando puede cantar si quiere “La nave del olvido” o “El triste”
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