Por eso las cosas en Veracruz están como están, por eso en el gobierno de Cuitláhuac García abunda el amiguismo, influyentismo y nepotismo, porque Andrés Manuel, aunque en el discurso dice que esas prácticas se deben desterrar, él se deja llevar por las ambiciosas liviandades de gente a quien en algún momento fueron calificados como «succionadores profesionales». La familia de Pablo Robles quiere tener algún puesto en la Cuarta Transformación, a como dé lugar.
No les importa que con ello rasguñen el prestigio de López Obrador o que lo expongan a alguna incongruencia. Se debe reconocer que el periódico Imagen siempre mantuvo su postura de apoyo al proyecto de López Obrador, pero no pensamos que la finalidad era permitir que su familia, como jauría, buscara beneficios económicos de esa relación; claro, el mote de «succionadores profesionales» nos debió dar una pista.
Pero qué necesidad que doña Roselia Barajas, matriarca del clan Robles, ambicionara ser embajadora en algún país; parece una liviandad senil querer ser llamada “Excelentísima”. No tiene experiencia en el servicio público, y su único mérito, que no es poco, es la amistad con el presidente de México, el que dijo que iba a desterrar el amiguismo, influyentismo y el nepotismo.
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