López Obrador no puede tragar el bocado de la derrota; se la pasa rumiando su rencor en las mañaneras y vuelve a criticar a la clase media
El presidente «feliz, feliz, feliz» no puede con el trago amargo de haber perdido 9 alcaldías de la Ciudad de México; tampoco digiere que ya no tenga mayoría calificada, lo que le permitiría hacer cambios a la Constitución. López Obrador pregona que a su partido le fue muy bien en las elecciones; pregona que le fue mejor que en el 2018 y por ello él es «feliz, feliz, feliz». Sin embargo, es obvio que tiene atorado el trago de su derrota en la garganta, pues después del 6 de junio de 2021, no ha dejado de criticar a la clase media, esa que votó en contra de su proyecto de la Cuarta Transformación.