¿Cómo entender la sumisión de Ernesto Cordero frente al PRI-Gobierno?
Cordero y su jefe, el repudiado Calderón, está dispuesto a hacer perder a López Obrador al «haiga sido como haiga sido». Ernesto Cordero también quiere que Margarita Zavala sea la candidata presidencial del PAN; es más que obvio que la jugada en el Senado, dejarse nombrar por el grupo parlamentario del PRI como presidente, no sólo fue para que se nombre en automático a Raúl Cervantes, Fiscal General de la Nación, también fue para debilitar a Anaya, quien se perfilaba para ser el candidato no sólo de su partido, el PAN, sino de ese engendro que se maquina llamado Frente Democrático, donde los perredistas, acostumbrados al contubernio político, también lo apoyarían.
Por su parte, Anaya ya se dio cuenta que él no va a ser, o más bien que a él no lo van a dejar ser el candidato a la presidencia por el PAN. Moreno Valle tampoco no lo va a ser, pues el tema de los huachicoleros, el espionaje desde su oficina de gobierno en Puebla, y hasta la represión al inicio de su gobierno lo descalifican.
La crisis del PAN crece. Las peleas internas lo debilitan. Poco a poco se van quedando sin candidatos reales. Sólo les queda ceder la candidatura a un candidato de unidad, a menos que por ahí surja una voz, una figura que los rescate de su naufragio político. ¿Pero quién?
Parece ser que los del equipo de campaña de Margarita Zavala pidieron a Felipe Calderón que operara de la manera que el mejor sabe operar, desde el subterráneo, desde las cloacas de la política, desde las intrigas y los golpes bajos. ¿O se cree usted que la guerra mediática en contra de Ricardo Anaya es casual? ¿Se cree usted que las propiedades de Ricardo Anaya y de su familia son el resultado de una investigación tipo la Casa Blanca de Peña Nieto? ¿Cree usted que El universal tiene un equipo de periodistas como lo tiene Aristegui Noticias?
Alguien debería aconsejar a la diputada Rocío Nahle que el tema de los pagos a algunos medios de comunicación es más delicado de lo que cree. Ella dice que solicitará se etiquete una partida en el presupuesto para Veracruz del 2018 para que se pague a los periódicos o medios de comunicación a quienes el gobierno de Javier Duarte quedó a deber. Si la diputada Nahle anda promoviendo eso, seguro ignora que muchos de esos medios de comunicación impresos o digitales no podrían justificar el pago que reclaman.
Como se esperaba, en su Quinto Informe de labores, el senador Héctor Yunes Landa criticó agriamente al gobierno de su primo Miguel Ángel Yunes Linares. Dijo que el presente es un gobierno de ineptitud y de venganza personal, aunque reconoció que «Veracruz es un estado saqueado, humillado y engañado; somos una referencia ominosa de violencia y corrupción». Eso sí, Yunes Landa no quiso reconocer que él aportó su montoncito de arena para hacer de Veracruz el estado que es.
En Xalapa, La Lagunilla fue una colonia que se inundaba cada temporada de lluvias; esta colonia sufrió por décadas inundaciones en las que las familias perdían gran parte de sus pertenencias. ¿Y por qué? Pues porque los vecinos no hacían nada y esperaban desde el cielo una solución. Los que actualmente se inundan cada temporada de lluvia, cada tormenta, cada aguacero, deberían hacerse una pregunta simple: ¿Por qué me inundo?
Una de las grandes quejas que hacían los misantecos a cada administración estatal que pasaba, era el olvido en que los tenían. La carretera que conduce de Xalapa a Misantla, pasando por Banderilla, Jilotepec, Coacoatzintla, Naolinco, Acatlán y Chiconquiaco, era toda una aventura que implicaba pasar por vados, derrumbes, curvas peligrosas y tramos carreteros desgastados por las constantes lluvias.
Si algo se le reconoce al PRI es su poder para poder minar y filtrar a otras fuerzas políticas. La máxima de Maquiavelo de «divide y vencerás» es usada en toda su máxima expresión por la élite tricolor. El obús mediático lanzado contra Ricardo Anaya, líder de los panistas, por medio de la prensa oficialista, dio en el blanco.
En un sondeo realizado en la cuenta @jenarovillamil se hizo la pregunta: «¿Qué tanto cree en lo que dijo Peña Nieto en su Quinto Informe?» De dos mil respuestas, el 70 por ciento respondió a la opción Nada, el 20 por ciento No me interesa, el siete por ciento respondió Poco y sólo tres por ciento dijo que Mucho. Lo que revela este ejercicio estadístico, es la desilusión y desencanto de un pueblo, ante un poder omnímodo e insensible, representado por un funcionario desangelado y sin credibilidad.
¿Qué se sentirá ser rectora ante la indiferencia y repudio de la comunidad universitaria? A los indiferentes, Sara Ladrón, reelecta rectora de la Universidad Veracruzana, debería darles un aplauso, hacerles un altar o invocarlos en oración ya que gracias a ellos ella es nuevamente rectora. Los que la repudian deberían tener cuidado pues en cuatro años de rectorado, Sara Ladrón aprendió a afilarse bien las uñas para poder reprimir a gusto.