La corrupción es el aceite y el engrudo del sistema en México
Con un acierto bien fundamentado, el periodista estadunidense Alan Riding escribió en los años ochenta en su libro Vecinos distantes, que la corrupción es el aceite y el engrudo del sistema en México. Y es que mire usted, en cualquier dependencia gubernamental la mochada, o dar «para el chesco», son términos comunes. Significa que, si usted quiere apresurar algún trámite, tiene que caerse con una lana.
En las ligas mayores tenemos ejemplos muy claros como el caso de Odebrecht, que ha salpicado hasta los amigos del presidente Peña. El caso más reciente sobre las propiedades del líder panista Ricardo Anaya, es una muestra que en México, la corrupción es un cáncer difícil de erradicar. Los organismos encargados de procurar justicia son manipulados por el mismo Gobierno Federal.
Ahí está el caso de Javier Duarte, el tortuguismo burocrático ha empantanado la aplicación de la justicia, y lo que es peor, ha permitido que su esposa Karime Macías ande gastando el dinero de los veracruzanos como si ésta fuera una blanca paloma. Por esa razón, no es extraño que México siga ocupando uno de los primeros lugares en corrupción.
De acuerdo con el Instituto para la Economía y la Paz, Guerrero es el estado de la República menos pacífico con una calificación de 3927, acompañado de Colima, Sinaloa, Baja California Sur y Baja California.
¡O sea, quiere ser Fiscal de la nación, el hombre que habrá de defender las leyes en el país, pero domicilia su Ferrari de casi cuatro millones de pesos en un domicilio fantasma! Estamos hablando por supuesto de Raúl Cervantes, actual procurador de la República, de quien se descubrió tiene registrado un Ferrari 2011 de ocho cilindros, con un valor de tres millones 890 mil 932 pesos.
Le gusta el beisbol, practica el box por las mañanas, y cuando tiene tiempo se hecha sus pasos de baile. Es un abogado de abolengo, proviene de una familia de abogados, ha sido diputado federal en dos ocasiones y presidente del senado del primero de septiembre del 2013 al 31 de agosto del 2014; si usted tiene curiosidad del personaje al que se hacemos referencia, no coma ansias, nos referimos a Raúl Cervantes Andrade, a quien el PRI y el PAN le están allanado el camino a la Fiscalía de la República.
Cordero y su jefe, el repudiado Calderón, está dispuesto a hacer perder a López Obrador al «haiga sido como haiga sido». Ernesto Cordero también quiere que Margarita Zavala sea la candidata presidencial del PAN; es más que obvio que la jugada en el Senado, dejarse nombrar por el grupo parlamentario del PRI como presidente, no sólo fue para que se nombre en automático a Raúl Cervantes, Fiscal General de la Nación, también fue para debilitar a Anaya, quien se perfilaba para ser el candidato no sólo de su partido, el PAN, sino de ese engendro que se maquina llamado Frente Democrático, donde los perredistas, acostumbrados al contubernio político, también lo apoyarían.
Parece ser que los del equipo de campaña de Margarita Zavala pidieron a Felipe Calderón que operara de la manera que el mejor sabe operar, desde el subterráneo, desde las cloacas de la política, desde las intrigas y los golpes bajos. ¿O se cree usted que la guerra mediática en contra de Ricardo Anaya es casual? ¿Se cree usted que las propiedades de Ricardo Anaya y de su familia son el resultado de una investigación tipo la Casa Blanca de Peña Nieto? ¿Cree usted que El universal tiene un equipo de periodistas como lo tiene Aristegui Noticias?
Alguien debería aconsejar a la diputada Rocío Nahle que el tema de los pagos a algunos medios de comunicación es más delicado de lo que cree. Ella dice que solicitará se etiquete una partida en el presupuesto para Veracruz del 2018 para que se pague a los periódicos o medios de comunicación a quienes el gobierno de Javier Duarte quedó a deber. Si la diputada Nahle anda promoviendo eso, seguro ignora que muchos de esos medios de comunicación impresos o digitales no podrían justificar el pago que reclaman.
Como se esperaba, en su Quinto Informe de labores, el senador Héctor Yunes Landa criticó agriamente al gobierno de su primo Miguel Ángel Yunes Linares. Dijo que el presente es un gobierno de ineptitud y de venganza personal, aunque reconoció que «Veracruz es un estado saqueado, humillado y engañado; somos una referencia ominosa de violencia y corrupción». Eso sí, Yunes Landa no quiso reconocer que él aportó su montoncito de arena para hacer de Veracruz el estado que es.
En Xalapa, La Lagunilla fue una colonia que se inundaba cada temporada de lluvias; esta colonia sufrió por décadas inundaciones en las que las familias perdían gran parte de sus pertenencias. ¿Y por qué? Pues porque los vecinos no hacían nada y esperaban desde el cielo una solución. Los que actualmente se inundan cada temporada de lluvia, cada tormenta, cada aguacero, deberían hacerse una pregunta simple: ¿Por qué me inundo?
Una de las grandes quejas que hacían los misantecos a cada administración estatal que pasaba, era el olvido en que los tenían. La carretera que conduce de Xalapa a Misantla, pasando por Banderilla, Jilotepec, Coacoatzintla, Naolinco, Acatlán y Chiconquiaco, era toda una aventura que implicaba pasar por vados, derrumbes, curvas peligrosas y tramos carreteros desgastados por las constantes lluvias.