La construcción de Dos Bocas fue a darle en la madre a Paraíso. La construyeron en una zona de vasos reguladores, donde un río desfogaba

Dos Bocas
La construcción de Dos Bocas fue a darle en la madre a Paraíso. La construyeron en una zona de vasos reguladores, donde un río desfogaba FOTO: WEB

Desde antes que se construyera la refinería Olmeca de Dos Bocas los ambientalistas advirtieron que en la zona costera de Paraíso, Tabasco, era el lugar menos adecuado para la construcción de una refinería. En un documento titulado “Análisis de prefactibilidad ambiental y socioeconómica de diferentes sitios para la localización del proyecto de ampliación de capacidad de proceso del Sistema Nacional de Refinación (SNR)”, realizado en 2008, se especificaba que “el municipio de Paraíso fue el que presentó el mayor riesgo relacionado con la instalación de una nueva refinería, por lo que no es recomendable la elección de este sitio. Esto es debido a que tanto en materia ambiental, como social o de infraestructura, se encontró la mayor cantidad de limitantes, comparado con el resto de los sitios de estudio”.  

Sin embargo, Rocío Nahle no tomó en cuenta esos estudios y ahí están las consecuencias: Dos Bocas se inunda a cada rato. Pero ese no es el único problema. La construcción de Dos Bocas fue a darle en la madre al municipio de Paraíso.  

Señala Ana Castellanos, alcaldesa de Paraíso: «Fue una irresponsabilidad de todos nosotros, los ciudadanos paradiseños. (…) No vimos lo que iba a afectar y es lo que está afectando ahorita: el problema de los vasos reguladores que se rellenaron”. Mientras Rocío Nahle aseguraba que no había inundación, la alcaldesa, quien vive en Paraíso, aseguraba que Dos Bocas y el 80% del municipio de Paraíso estaba inundado. 

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