Ha sido tan descarada la operación en todo el país por colocar a Claudia Sheinbaum adelante de las preferencias de Morena, que ya empezaron los reclamos por una elección pareja, empezando por la encuesta. La senadora Malu Micher, quien encabeza a un grupo de morenistas, identificado como Progresistas por la Unidad y el Piso Parejo declaró: «Vemos con gran preocupación que se han desplegado acciones de promoción personal que implican el uso de recursos materiales y humanos que no solamente atentan contra la equidad del proceso, sino que llegan a ser potenciales ilegalidades».
A estas alturas, cuando ya se opera a favor de Claudia Sheinbaum, la senadora pide un acuerdo de unidad al tiempo hace un llamado «sereno, respetuoso para no despegarnos de los principios que inspiran la Cuarta Transformación, de lo que nos ha enseñado el presidente de la República: no mentir, no robar, no traicionar y no simular».
Habría que decirle a la senadora de Morena que el primero que se desapegó de esos principios, «no mentir, no robar, no traicionar y no simular», fue el presidente López Obrador, principal promotor de la candidatura de Claudia Sheinbaum. Y si el presidente es el primer infractor de los principios de Morena, ¿qué se puede esperar de la “perrada”.
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