Armando Ortiz / Señala un proverbio oriental que “un burro cargado de libros sigue siendo un burro”, asimismo, una persona negada a la inteligencia, por más títulos que le regalen sigue siendo eso, un estulto. Es vergonzoso que el rector del Colegio de Veracruz, Mario Raúl Mijares, utilice esta institución para regalar títulos a diestra y siniestra. Grande es la molestia de los alumnos que cursaron alguna maestría o doctorado en el Colegio de Veracruz, aquellos que ocuparon buena parte de su tiempo tomar clases, para estudiar, para prepararse para los exámenes. Esos que finalmente lograron la meta de conseguir un título con mucho esfuerzo y sacrificio se encuentran muy molestos porque así, de la noche a la mañana, apareció Esteban Ramírez Zepeta, pidió un título de maestría sin cursarlo y el empleado de Atanasio García Durán se lo entregó sin pensarlo siquiera. Vergonzoso que un sujeto como Ramírez Zepeta, quien aspira a ser el dirigente estatal de Morena, se vista de toga y birrete y se coloque en el lugar más discreto de un grupo de graduados para tomarse la foto, haciéndose pasar por graduado, cuando todos saben que el señor no asistió a clases. El otro que aprovechó la oferta de títulos “patito” fue Carlos Juárez, subsecretario de Gobierno, quien del mismo modo que Ramírez Zepeta nada más acudió a tomarse la foto con toga y birrete y con eso bastó para tener título de maestría por el Colver. Vergonzoso que el Colver se preste a esa jugarreta indigna de una institución que ha formado a maestros y doctores de tanto prestigio. Y no sólo eso, mientras graduados con merecimiento esperan su título, a Ramírez Zepeta y a Carlos Juárez ya se los entregaron enmarcado, para que lo coloquen en la pared de su oficina. Piensa el aspirante a dirigente de Morena que, por arte de magia, una vez colocado el título ahí, dejará de ser estulto. Sí, ¡cómo no!
AMLO, dos horas con Biden, le sacaron mil 500 millones de dólares, en la Casa Blanca no salió a recibirlo el anfitrión, pero gobernadores de Morena dicen que AMLO hizo historia
Son varios los analistas los que comentan que el viaje de López Obrador a Washington fue desastroso. Al respecto señala el columnista Raymundo Riva Palacio: “López Obrador fue políticamente degradado. No fue Biden con quien tuvo la conversación sustantiva, sino con la vicepresidenta Kamala Harris. No hubo nuevos acuerdos significativos, sino proyectos que se venían trabajando con gobiernos anteriores. No hubo mensajes desde el Jardín de las Rosas, sino sentados en la Oficina Oval, que protocolariamente es una reducción de la calidad de la visita. No hubo comida con empresarios de los dos países, sino un encuentro este miércoles con los ejecutivos de compañías de ambos países sin la presencia de Biden”. Carlos Loret de Mola en su columna de El Universal anota: “Todo fue chiquitito: se juntaron poquitos afuera de su hotel, salió al balcón como si estuviera hablando a miles y eran unos cuantos, se echó un desayuno rápido con la vicepresidenta, Kamala Harris, y estuvo un ratito con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien tenía cosas más importantes que hacer. Horas después de recibir en la Casa Blanca al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, Biden emprendió un tenso viaje a Medio Oriente, donde va a tener que entenderse con Arabia Saudita”. Pero los gobernadores de Morena no vieron lo mismo. En un desplegado que ya circula en las redes sociales, los gobernadores de Morena señalan en cuatro puntos que López Obrador, como ningún presidente de México, fue a hacer historia a los Estados Unidos, sentando las bases para que las dos naciones superen los problemas de migración y hasta inflacionarios. El desplegado es promovido por la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, como que le urge quedar bien con el que la quiere hacer presidenta.
Y en redes sociales hacen fiesta por el calaverazo que se dio Gutiérrez Müller en la ventana del hotel. Todo por salir a saludar a unos acarreados
Al parecer esta vez los operadores de López Obrador en Washington no consiguieron llevar el número de acarreados que hubieran querido. Los reportes señalan que fue un grupito de “mexicanos” que acudieron al hotel Lombardy en Washington, Estados Unidos. El montaje estaba preparado para que López Obrador, farsante como él solo, se viera obligado a salir por la ventana del hotel para saludar a sus fans; como si fuera parte de una banda de rock. Pero algo salió mal y el momento que debía circular por las redes para que se viera que a López Obrador lo quieren hasta en Washington, terminó siendo un momento chusco, incómodo. Y es que la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller, presidenta del Consejo Honorario de Memoria Histórica y Cultural de México, se dio un calaverazo al tratar de sacar la testa por la ventana del hotel. En el video que muestra el momento hasta se escucha: “Ay, ay, ay, pobrecita”. En redes sociales han aprovechado el video para hacer decenas de memes. En algunos muestran una cabeza despostillada que no tiene nada adentro. Seguramente el golpe le dolió a doña Beatriz más que cuando se meten en redes con su hijo.
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