El alcalde morenista de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro se metió el solito en muchos problemas. Todo empezó cuando no quiso hacer el descuento del agua y predial a los adultos mayores de 60 años y pensionados. El alcalde dijo que todos los ciudadanos de Culiacán estaban en condiciones de pagar lo mismo. Después vino el caso de las viudas de policías, quienes pedían una indemnización tras la muerte de sus esposos. Jesús Estrada Ferreiro se negó a dar esa indemnización; ni siquiera aceptó la propuesta del gobernador de Sinaloa de aportar la mitad, mientras el estado aportaría la otra mitad.
Más tarde llegaron a la Fiscalía de Sinaloa tres denuncias por abuso de autoridad, por discriminación y por desvío de recursos del ayuntamiento. El alcalde de Morena solito iba cavando su tumba y con el reproche de que todo era un complot de sus enemigos políticos, nunca hizo nada por apagar el fuego.
Ahora, después de pedir licencia para enfrentar esas denuncias, el Congreso de Sinaloa con 40 votos a favor aprobó el desafuero del alcalde de Culiacán, quien no esperó a que lo aprehendieran, pues rápido tomó vuelo a California donde ya se exilió.
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