Tenían tomadas las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos desde hace varios meses. Nadie las podía desalojar porque como eran mujeres, como eran feministas, pues no las podían reprimir, a pesar de los delitos que cometían en nombre del feminismo. Pero ese libertinaje del que gozaban alentó su conducta criminal y no se conformaron con apropiarse de la casa sede de la CNDH, sino que además se querían apropiar de la calle. Fue hasta que agredieron a una mujer en su automóvil que la policía se atrevió a intervenir.
En el video que circula en redes sociales se ve como estas mujeres, feministas dicen ellas, golpean el auto de una mujer con el afán de destruirlo. La mujer tiene que salir del auto y es amenazada de ser golpeada por sus iguales. La policía fue en contra de las agresoras que se refugiaban en la casa sede de la CNDH.
De ahí las fueron a sacar y lo que encontraron cuando entraron demuestra que para estas tipas el feminismo sólo era una excusa. Tenían las señoritas un altar a la santa muerte, ese culto que sólo lo presumen los delincuentes, pues piensan que esa entidad ficticia los podrá proteger. Pero no, su santa muerte no protegió a estas vándalas que deberán pasar varios meses o años en la cárcel.
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