Al presidente Andrés Manuel López Obrador le cuesta mucho trabajo ocultar al pequeño priista que lleva dentro. No es de extrañarnos, pues el comienzo de su carrera en ese partido, esa fue su cuna política. Por eso es que le apuesta a que varios diputados del tricolor se conduelan y finalmente voten por la reforma eléctrica, una reforma que, sin el oxígeno priista, estará completamente muerta.
Sin embargo, el jefe del Ejecutivo federal olvida que su orden a la bancada morenista fue que no le quitaran ni una coma a su proyecto. Una postura ortodoxa e intransigente que sólo ocasionó que la alianza del PRI con el PAN y el PRD se fusionara y se fortaleciera aún más.
No obstante, el tabasqueño no quita el dedo del renglón y, desde su natal Tabasco, le tiró línea a los priistas para que le apoyaran en su proyecto energético, sin embargo, les deja poco margen de maniobra, su respuesta debe de ser un sí a como dé lugar. Claro que el ganón de la cosecha será el propio presidente. Así se las gasta el amo y señor de la 4T.
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