Al Congreso local llega Gonzalo Durán a disputar el trono de la estulticia a Ana Miriam Ferráez; pide lo llamen “por el pronombre diputade”. ¡Diputado es sustantivo burro!

Durán
Gonzalo Durán FOTO: WEB
- en Carrusel, Opinión

Armando Ortiz / Durante tres años que duró la actual Legislatura de Veracruz, no hubo nadie que pudiera arrebatarle el trono de la estulticia a Ana Miriam Ferráez, a quien de plano le prohibieron que subiera a tribuna por miedo a las tonterías que pudiera decir. No conforme con eso, la diputada de Morena, miembro del Cártel de Avanradio, hacía declaraciones a la prensa, donde volvía a mostrar su nula inteligencia. Pues se va a tener que afanar en eso de la estulticia la diputada Ana Miriam Ferráez, y es que ya llegó otro que piensa destronarla. Gonzalo Durán, quien está denominado como “diputado no binario”, en conferencia de prensa ya dio una probadita de lo que trae, o no trae en la cabeza. Entrevistado por los reporteros, Gonzalo Durán, quien dice encabezar las propuestas de la comunidad LGBTTTIQ comentó: “Les pido con todo respeto se refieran a mí por el pronombre de diputade si se refieren a la parte legislativa y ´elle´ si se refiere a nivel personal”. Vaya con el diputadete, si es que podemos usar ese neologismo. Para empezar “diputado” o “diputade”, como él quiere ser nombrado, no es pronombre, es sustantivo masculino. Y luego eso de pedir que lo llamen de la manera que él quiere responder, pues ya estará en cada uno de los imbéciles que le quieran seguir el juego. ¡En serio! ¿Esa es la preocupación de este diputadete? ¿Dónde quedan los crímenes de odio? ¿Dónde la reivindicación de las batallas ganadas por la comunidad que representa? Él sólo quiere que lo llamen por el “pronombre de diputade” y ya con eso sentirá que hizo el gran cambio.

Julio Scherer, bien embarrado en el caso de Inés Gómez Mont y Álvarez Puga; desde la presidencia los protegía

No es casualidad que una vez que Julio Scherer renunciara como consejero jurídico de la Presidencia, de inmediato la Fiscalía General de la República solicitó a un juez órdenes de aprehensión en contra de Inés Gómez Monto y su esposo Víctor Manuel Álvarez Puga. Señala el periodista Raymundo Riva Palacio que Scherer, hijo del insigne periodista fundador de Proceso, protegía desde la presidencia a esta pareja de presuntos estafadores. Scherer y Álvarez Puga eran muy cercanos, incluso, cuando Álvarez Puga se enteró que había ciertas indagaciones en su contra en la FGR, el mismo Scherer le asignó un abogado, Guillermo Barradas, para que lo blindara. Y es que Scherer, comenta el periodista Riva Palacio, tenía mucha influencia en la FGR de Gertz Manero, con quien había trabajado muchos años. Señala en su columna el autor de “Estrictamente personal”: “La orden de captura de Álvarez Puga fue un golpe para Scherer, pero es mucho más que ello, por los años en que trabajó de forma similar por la cual hoy lo acusan de los presuntos delitos de delincuencia organizada, y en donde están involucrados políticos de todo el centro y el sur del país, así como empresarios y artistas. La investigación sobre el grupo cercano a Osorio Chong tiene suficiente combustible para volar mucho más alto y mucho más lejos”. Al parecer este caso no va a quedar aquí. Ya se ordenó la captura de 10 funcionarios federales; faltan otros nombres, nombres de empresarios y artistas.

Dice Gómez Mont, la que presumía bolsos de 4 millones de pesos, que en su vida ha visto 3 mil millones de pesos

El periódico El Universal hizo una valoración sobre algunos de los bolsos de la colección de Inés Gómez Mont. La esposa de Víctor Manuel Álvarez Puga presumía en sus redes sociales cada uno de los costosos bolsos. Señala El Universal que uno de los bolsos de su colección, “un bolso Kelly en FARFETCH va de los 214 mil 660 pesos hasta los 4 millones 394 mil 386 pesos”. Otro bolso de la misma línea FARFETCH tiene un “costo que va de los 883 mil 985 pesos hasta los 4 millones 394 mil 386 pesos; es decir la señora cargaba una residencia consigo cada que salía de fiesta. Sin embargo, una mujer tan derrochadora ahora dice que es inocente de lo que se le acusa. Dice Gómez Mont en la misma red en la que presumía sus bolsos: “Para ser clara, jamás me he robado un peso. Tampoco he recibido dinero de esos contratos y mucho menos he visto ni tenido 3 mil millones de pesos en la vida. Soy conductora de televisión y mamá de tiempo completo. Y bajo ningún concepto pertenezco al crimen organizado”. Por supuesto, ella dice la verdad, no ha visto no ha tenido 3 mil millones de pesos juntos. Primero porque ese dinero se repartió entre sus cómplices del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS), su esposo y ella. Además, con esa capacidad de derroche, menos iba a ver esa cantidad junta, si siempre se la pasaba gastando. Claro, como dicen los abuelos, quien no sabe cómo se gana uno decentemente el dinero, pues gastarlo les vale madres.

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