Está claro ahora que doña Olga Sánchez Cordero sólo estaba de adorno en el gabinete presidencial. Ella misma señalo en su momento el bullying machista que estaba sufriendo y que no la dejaban operar como ella quería. Tampoco tenía el apoyo del presidente López Obrador quien la mandaba callar diciéndole, «tú sólo estás para lo de Ayotzinapa». Muchas de las tareas de la secretaría de Gobernación fueron encomendadas a Julio Scherer Ibarra, muy cercano colaborador del presidente. Con la llegada de Adán Augusto López Hernández, la Secretaría de Gobernación recupera esas tareas.
Sobre la llegada de su paisano a la Segob el presidente dijo: «Le pedí a Adán Augusto (López) que se hiciera cargo de la Secretaría de Gobernación… porque necesitamos continuar con el proceso de transformación… y me va a ayudar con todos los asuntos públicos-políticos, la relación con gobernadores, con la Fiscalía General de la República, con el Poder Judicial, en especial con la Suprema Corte de Justicia y lo que se tiene que atender en el Poder Legislativo, las nuevas iniciativas de reforma».
Todo eso lo realizaba Julio Scherer, hijo del legendario periodista fundador de Proceso. Ahora que Adán Augusto se ocupará de esas tareas, Scherer Ibarra ya no tenía nada que hacer ahí, por eso renunció.
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