Relata Esmeralda Falcón que ella y su compañera de box Brianda Tamara, caminaban por la Villa Olímpica rumbo al servicio médico cuando pasaron por las habitaciones de las softbolistas de la selección mexicana. Entonces se dieron cuenta de que los uniformes de varias de ellas estaban en bolsas.
Primero pensaron que eran una donación, pero una trabajadora de la limpieza le dijo que no, que era basura: «Primero me dio coraje y después tristeza, no lo puedes, quién no quiere tener un uniforme de Juegos Olímpicos, ya que es el símbolo patrio al que te estás comprometiendo para representarlo dignamente. Para mí no ha sido sencillo portar unos uniformes y que hayan tirado las prendas de esa forma me dio mucho coraje y no tener en cuenta lo que representaba tenerla», cuenta Esmeralda Falcón, quien ha sido acusada por otras deportistas mexicanas como soplona.
Sin embargo, la boxeadora mexicana es muy clara con respecto a lo que sintió cuando vio los uniformes en la basura: «Me dio nostalgia y coraje al ver nuestro uniforme tirado». Hasta quisieron recuperar los uniformes para llevárselos ellas, pero les dijeron que era imposible, pues si las softbolistas consideraron esos uniformes basura, basura se quedaban.
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