Todavía faltan más de tres años para que termine este sexenio; algunos quisieran que fuera antes. Estar hablando a estas alturas de la sucesión presidencial es pura vacilada; más si el propio presidente llama a los supuestos presidenciables sus “corcholatas”. El propósito, queda claro, es alejar de los mexicanos la imagen de Martinazo recibiendo fajos de dinero por parte de David León, quien ya le había entregado dinero a Pío López Obrador.
Bueno, tan es vacilada esto de la sucesión presidencial, que ya hasta andan encartando al gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco. ¿Se imagina usted al hijo pródigo de Tepito como presidente de México? Otro lugar al que lo andan promoviendo es a la Comisión Nacional del Deporte, la Conade, organismo que está desfalcando Ana Gabriela Guevara.
Ante este tipo de rumores que se han soltado, el gobernador de Morelos ha declarado: «Te voy a decir como decía en el futbol: ‘no sé quién chingados está diciendo eso’. Hay muchos que se quieren apuntar y apostarle, algunos gobernadores se están postulando. Todavía me quedan tres años, todavía no me voy a ir». Si quiere usted que todo México sea como Tepito, vote por Cuauhtémoc Blanco.
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