Alito y Marlon deben renunciar por congruencia

Marlon
Marlon Ramírez Marín y Alejandro Moreno Cárdenas FOTO: WEB
*No podrían dividir el tiempo en legislar y dirigir
*Cirilo o Carlos Morales para dirigir a PRI Estatal

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / TAL VEZ no esté prohibido por la ley, pero es evidente que un legislador o servidor público debe empeñar todo su tiempo y espacio en la misión encomendada y, por tanto, no pueden ni deben distraerse en tareas partidistas. Por ello ahora que tanto el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, y el Estatal, Marlon Ramírez Marín se auto designaron diputados Federal y Local (plurinominales), lo honesto y prudente sería que renunciarán a las presidencias que encabezan –incluidas las secretarias generales o en otros espacios partidistas en caso de haber sido beneficiadas igualmente con una curul-, de tal suerte que se aboquen exclusivamente a legislar y dejen de ser “ambiciosos vulgares”, como los define el Presidente, ya que la dirección de un partido, sea Federal o Estatal requiere de toda la atención lo mismo que el trabajo legislativo y, por tanto, no pueden partirse en dos para atender ambos encargos en los que, por otra parte, recibirán una remuneración distinta. O uno u otro; o renuncian a ser dirigentes o piden licencias como legisladores para demostrar congruencia entre el decir y el hacer, ya que de lo contrario pierden los representados o la militancia. Ciertamente, la ambición desmedida de Moreno Cárdenas y Ramírez Marín les impedirá ver con claridad el tema, pero la militancia o los cuadros más representativos tienen que hacerles entender que no pueden estar en ambas posiciones, y menos cuando los resultados obtenidos en la reciente elección dejó muy mal parado al PRI y por tanto a ellos, a tal grado que las diputaciones que ejercerán serán por otra y gracia del sistema de partidos que permite las plurinominales, y no porque hayan ganado su representación en campo. En suma, se apoderaron de una plurinominal aprovechando el cargo que ejercían y quieren seguir medrando como, dizque dirigentes del PRI.

DICE EL Artículo 134 constitucional que “los recursos económicos de que dispongan la Federación, los Estados, los municipios, el Distrito Federal y los órganos político-administrativos de sus demarcaciones territoriales se administrarán con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que estén destinados”, y un legislador recibe una paga que emana de los recursos públicos para una función específica y, por tanto, se torna parcial el uso de esa remuneración cuando se enfoca a la dirección de un partido, porque ni modo que pidan licencia para atender unas horas al PRI y otras su quehacer como legisladores. Mario Delgado Carrillo, aunque no coincidamos con sus rancios ideales, pidió licencia como legislador, muy a pesar de ser el coordinador de estos y el Presidente de la Junta de Coordinación Política para atender de tiempo completo al Movimiento de Regeneración Nacional, algo que se le aplaude porque existe congruencia entre el decir y el hacer, algo a lo que se rehúsan los priistas creyéndose propietarios de la franquicia del Revolucionario Institucional, cuando a decir verdad solo coadyuvaron al hundimiento del mismo.

TAL VEZ guerreros como José Francisco Yunes Zorrilla que compitió abiertamente por el distrito de Coatepec y ganó pese que era una elección de Estado, debería meter orden y reorganizar a un priismo confundido y desbalagado antes de que comience a tomar rumbo hacia otros institutos, y exigir la renovación del PRI Estatal en congruencia con los resultados, ya que de 20 distritos Federales electorales solo pudo ser ganado uno, el de Pepe Yunes, y con todo y eso Marlon Ramírez cree que se la debe, cuando ni siquiera movió un solo dedo en apoyo al de Perote, y lo demuestra el hecho de que jamás se dio una vuelta por el distrito, atochado como estuvo siempre en su bunker de Ruiz Cortines y Francisco Moreno. Ramírez Marín debe renunciar por congruencia pero, también, por vergüenza, si aún le queda una poquita tras los paupérrimos resultados ofrecidos, aunque antes debería dar una explicación en torno al destino de los recursos manejados en campaña, los que a decir verdad no se reflejaron en triunfos o, por lo menos, en publicidad favorable al tricolor.

EL PRI requiere gente comprometida, sin ambiciones de poder y mucho menos necesidades económicas que les induzcan a tomar lo que no les corresponde para mejorar sus alforjas. Jóvenes que han demostrado en el tiempo entrega y lealtad como Cirilo Vázquez Parissi, el hijo del legendario ganadero del mismo nombre, Cirilo Vázquez Lagunes que de todas, ha ganado todas, pese a la presión que ejerció el Gobierno del Estado tras la muerte la ex alcaldesa y ex diputada de Cosoleacaque, Gladys Merlín Castro y su hija Carla Enríquez Merlín cuyos crímenes quiso acreditar alevosamente a los hermanos Vázquez, pero estos se impusieron en la alcaldía con Ponciano, el menor de los consanguíneos que ya fue alcalde anteriormente a su hermano. Cirilo haría buen papel como dirigente Estatal del PRI, aunque en la zona de Altotonga hay otro joven que, igualmente realizaría un papel de excelencia. Se trata del ex alcalde de aquel lugar, Carlos Morales que además de ser gente cercana a Yunes Zorrilla son políticos bien encauzados en las tareas que desempeñan.

PARA SECRETARIAS generales u otros cargos hay mucha tela de donde cortar, incluso para la presidencia del PRI Estatal, y algo debe hacerse, también, a la brevedad en el PAN donde el enfoque está dirigido solo a favorecer al Senador Julen Rementería en el 2024, dejando sin opción, incluso, a los aspirantes del PRI, MC o PRD en caso de concretarse una alianza. Y es que Joaquín Guzmán Avilés, en su ambición desmedida, tiene la mira puesta en el ex alcalde de Veracruz para que funja como candidato a la Gubernatura, y en esa tendencia podría romperse una probable alianza que recupere la gubernatura actualmente, tácitamente, acéfala. Los alcances del PAN en la pasada elección, también dejaron mucho que desear, lo que obliga a un revelo en la dirección Estatal, aunque a diferencia del PRI, en este partido no se despacharon con la cuchara grande en materia de plurinominales como lo hizo Marlon y su pandilla.

EN FIN, son tiempos nuevos y los partidos deben airearse; sacudirse lo rancio y corrompido para dar paso a nuevas corrientes generacionales que quieran hacer las cosas bien y no seguir entregando los triunfos a MoReNa, porque en el caso del PRI, hasta pareciera que Ramírez Marín trabajó encubiertamente por el Movimiento de Regeneración Nacional haciéndose a un lado en el Revolucionario Institucional, facilitando el triunfo de los morenos, porque ni siquiera en agresiones sufridas por priistas en pleno proceso sacó la casta, algo que huele sospecha. Así las cosas. OPINA [email protected]

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