En la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos, una pareja entró a una tienda de perfumes para saquear el establecimiento. Para acceder a la tienda de perfumes caros, el hombre y la mujer rompieron la puerta de entrada con su vehículo. Debido a que las puertas de entrada eran de cristal la pareja embistió la puerta de acceso con la camioneta nueva que acababan de comprar. Al día siguiente, los dueños de la perfumería pusieron en alerta a la policía. El gerente dijo que los ladrones se llevaron demasiados perfumes muy costosos.
Y que en las cámaras no se les veía el rostro ni las placas del auto que utilizaron para acceder. Los ladrones al parecer ataron todos los cabos, taparon las placas y se cubrieron bien el rostro. La sorpresa fue cuando el gerente anunció a las autoridades que en la escena había una cartera. Dicha cartera no era de ninguno de los empleados de la perfumería. Las autoridades comunicaron que de los ladrones no habían pistas hasta que dieron con la cartera.
En la cartera estaban las identificaciones de uno de los sujetos implicados en el robo. Tras la investigación dieron con el hombre y a la hora de ser detenido confesó que su esposa lo había secundado en el atraco. Hasta el momento se sabe que de la mercancía robada sólo rescataron la mitad.
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