Gonzalo Vicencio Flores tiene todo el apoyo de Mario Delgado; aún está presente el desaire que le hizo el Gobernador Cuitláhuac García al no darle las facilidades cuando éste competía contra el histórico Porfirio Muñoz Ledo por la presidencia de Morena. Y, por si fuera poco, así lo determinó el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV). Desde su trinchera, Manuel Huerta también busca una rebanada de poder que le permita colocar a sus candidatos.
Pero los que andan pariendo cuates, llorando lágrimas de sangre por su sobrada soberbia son Éric Patrocinio Cisneros Burgos y Juan Javier Gómez Cazarín, quienes empujaron al gobernador en una disparatada aventura para que apoyara la candidatura de Esteban Ramírez Zepeta. El canibalismo de los propios morenos es su peor enemigo. El reloj electoral hacia el 6 de junio avanza muy rápido, los nombramientos ya van apareciendo en otras fuerzas políticas, mientras en Morena se siguen pegando por debajo de la mesa.
Lo cierto es que el que tendrá la voz cantante en Veracruz para la selección de candidatos se llama Gonzalo Vicencio Flores, no hay de otra. Ahora entienden porque la pandilla del gobernador anda como novia de rancho y sin ninguna posibilidad de que les salpiquen con alguna candidatura.
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