Giadáns: “no basta ser reina hay que parecerlo”

Secuestros
La titular de la Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE), Verónica Hernández Giadans, informó que el índice de secuestros en la entidad bajó 50 por ciento, mientras que de homicidios dolosos cayó 20 puntos FOTO: FRANCISCO DE LUNA
- en Opinión
*Se disfraza de PM pero colectivos la denuncian
*Las “cifras alegres” de una criminalidad al alza

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / CUENTAN QUE alguna vez, ante los exacerbados celos de su esposa Juana I, reina de Castilla, Aragón y Navarra, mejor conocida como “Juana la loca”, su esposo Felipe I, conocido como “El Hermoso”, también rey de las mismas naciones y con ducados en muchas parte de Europa, le aconsejó irritado: “no basta ser reina, hay que parecerlo”. Y es que si bien desde 1506 no ejerció ningún poder efectivo y a partir de 1509 vivió encerrada en Tordesillas, primero por orden de su padre, Fernando el Católico que no la consideraba apta debido a ciertos problemas mentales que comenzó a padecer, y después por instrucción de su hijo, el rey Carlos I, ambos la necesitaban como reina, pero solo para sus propios intereses, en pocas palabras, pasó a ser una figura decorativa desde 1506, ya que su poder era solo nominal. Dicen los historiadores que la enfermedad de Juana podría haber sido causada por los celos hacia su marido y por el dolor que sintió tras su muerte, pero el tema viene a colación por la vestimenta que ayer lució la Fiscal General del Estado en la entrega de equipamiento a policías ministeriales y a la Unidad Especializada en el Combate al secuestro, como si se tratara de un elementos más con ciertos detalles: pantalón brincacharcos negro para que lucieran sus botitas de tacón alto, cual si fuera a una fiesta de 15 años: camisa negra propia de la corporación, gorra negra con la leyenda Policía Ministerial y al cinto tremendo pistolón 9mm que la ladeaba al caminar, y que al sentarse, por falta de uso de la piernera con carcaj, el cañón del arma quedaba apuntando a la primera fila del presidio, esto es, si por alguna mala maniobra al levantarse o tocarse la funda se le escapara un tiro, el primero en caer sería alguno de los que ocupaban la primera fila. Y es que tal vez a la señora Verónica Hernández Giadáns alguien le contó la anécdota de Felipe “El Hermoso” y Juana “La Loca” y aquella frase lapidaria: “no basta ser reina, hay que parecerlo”, y la abogada tuxtleca sin pensarlo dos veces se disfrazó de ministerial, pero como su lema es: “antes muerta que sencilla” decidió calzarse unas botitas de tacón alto que no se le veían mal porque tuvieron el tino de recomendarle pantalones arriba del talón para que las luciera, aunque impropias.

PERO LO que son las cosas. Mientras la señora Hernández Giadans aseguraba en su discurso ante el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y su recomendador, el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos que, “procurar justicia es un ejercicio permanente” en esta administración y no como era antes, y que la “transformación de la institución es real y produce resultados”, que “todos los días trabajamos para ganar espacios donde la ley debe prevalecer” y que “sin tregua a la impunidad así se vive hoy en Veracruz revirtiendo los vergonzosos índices de criminalidad” ya que la funcionara se aventó la puntada de decir que en Veracruz hay un descenso de 50 por ciento en secuestros y 20 por ciento de homicidios dolosos, en el Parque Benito Juárez, colectivos como Buscando a nuestros desaparecidos y desaparecidas Veracruz, denunciaban que en el Estado las autoridades no hacen nada en la búsqueda de nuestros desaparecidos; “la Fiscal General del Estado de plano ni nos recibe y no ha hecho un trabajo positivo ni podemos avalar lo que no han hecho”, expresaba a la par del discurso de Giadans la señora María Antonieta Muñoz Roa, integrante del colectivo, al plantar –junto con el alcalde xalapeño, Pedro Hipólito Rodríguez Herrero- un árbol de Encino en el parque y develar una placa en memoria de las personas desaparecidas en Xalapa y la región que son incontables, pese al mensaje de que en Veracruz ha bajado el secuestro o los levantones en 50 por ciento.

PERO DOÑA Verónica no fue la única salpicada en este gobierno de puertas cerradas para quienes enfrentan conflictos de seguridad. La dama denuncia que con el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, “hasta ahorita no nos hemos reunido con él, su gente nos dice que sólo nos recibirá a cinco personas pero esto no puede ser ya que somos varios colectivos, pero nosotros estamos trabajando en este momento en la zona de La Guapota sin apoyo, sin dinero y sin ser atendidos pese a que García Jiménez dijo al día siguiente de su toma de posesión que mantendría cercanía con nosotros”. Por eso ahora que la Fiscal anunció una inversión de casi 25 millones de pesos de recursos estatales y federales para adquirir 10 motocicletas, 22 vehículos (cuyos costo no supo revelar por unidad) para la policía ministerial, una ambulancia y 233 chalecos balísticos, las desconsoladas madres y familiares de desaparecidos exigen que en los servicios periciales se pongan a trabajar; “necesitamos mucho personal, recursos humanos y económicos para poder dar identidad a las personas que se están rescatando, y en los laboratorios para la genética no tienen recursos”. Como fuera, con y sin apoyo de Cuitláhuac y Hernández Giadans, la búsqueda de sus familiares desaparecidos seguirá a pesar de la pandemia del Coronavirus Covid-19, “las familias somos incansables, y aunque muchos integrantes de búsqueda están enfermos por el paso de los años y el CoVid esta no va a desistir ya que las autoridades no dan respuesta porque a ellos no les importan los nuestros”.

QUE LASTIMA que eventos tan bonitos –aunque improductivos- como la entrega de automotores y equipamiento a la Policía Ministerial sean empañadas por denuncias de colectivos que, por otra parte, tienen razón, ya que en Veracruz se miente hasta en los índices de criminalidad que siguen siendo muy elevados, y que basta ver como en la zona centro los descuartizados siguen a la orden del día con actos de exhibicionismo crueles, así como los levantones, secuestros, robos, asaltos y feminicidios y ahora, para variar, regresan los asaltos a cajeros automáticos.

A JUANA “La loca” la apodaron así por una supuesta enfermedad mental alegada por su padre y por su hijo para manipularla, apartarla del trono y mantenerla encerrada en Tordesillas de por vida, y aunque se ha escrito que la enfermedad podría haber sido causada por los celos hacia su marido y por el dolor que sintió tras su muerte, esa visión de su figura fue popularizada en el romanticismo, y la aceptación de la locura de doña Juana se mantuvo en mayor o menor medida durante el XX, pero está siendo revisada en el XXI, sobre todo a raíz de los estudios de la investigadora estadounidense Bethany Aram y de los españoles Segura Graíño y Zalama que han sacado a la luz nuevos datos sobre su figura, y Gustav Bergenroth fue el primero, en los años 1860 que halló documentos en Simancas y en otros archivos que mostraban que la hasta entonces llamada Juana “la Loca” en realidad había sido víctima de una confabulación tramada por su padre, Fernando el Católico, y luego confirmada por su hijo, Carlos I para Gobernar ellos usando como parapeto a la reina, por lo que cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia. OPINA [email protected]

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