Algunas personas, puritanas del español, nos han acusado de ofender al gobernador de Veracruz al llamarlo estulto. Habría que decir a esas personas que en ningún momento insultamos al gobernador ni lo calificamos, antes bien lo describimos. Para esos puristas del español les ofrecemos la definición de estulticia: «Como estulticia se denomina la tontería que, por necedad o por ignorancia, caracteriza a una persona. La palabra proviene del latín stultitĭa y se deriva de stultus, que significa ‘necio’. Como tal, es una palabra que se refiere a aquellos que, en sus actos, palabras, acciones u omisiones, demuestran falta de conocimiento, tacto o discreción en relación con determinados asuntos y que, debido a ello, se comportan más bien haciendo gala de su necedad, idiotez y falta de respeto ante determinadas cosas».
¿Dígame usted, esto describe a Cuitláhuac García? La manera como está manejando el gobernador el asesinato de Florisel Ríos Delfín, alcaldesa de Jamapa, es de la más degradada estulticia. Primero revictimiza a la víctima, haciéndola culpable de su propio homicidio.
Después exonera a su secretario de Gobierno, a quien la alcaldesa de Jamapa acudió para pedir protección; protección que le fue negada. Si eso no es ser estulto, no sé qué lo será.
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