Sergio García Ramírez acusa que la consulta para enjuiciar expresidentes es una propuesta neroniana; ¿y quién es Nerón? Ya saben quien

Nerón
Nerón AMLO FOTO: WEB

La justicia no se puede poner a consulta, la justicia es un asunto de leyes, no de votos; no es un asunto de simpatías ni de antipatías. Es absurdo para muchos maestros de Derecho que el presidente Andrés Manuel López Obrador decida hacer circo con el tema del juicio a expresidentes.

En su artículo titulado “Arde la casa”, publicado en El Universal señala: «Duele y avergüenza que el fuego comprometa la vigencia del Estado de Derecho. Pero también es motivo de dolor y vergüenza que, en la suprema magistratura de la nación, donde debiera encarnar la figura gallarda del gobernante, se cambie la función de estadista por el papel del gerente de carpa que convoca al público a disfrutar el escándalo. Agreguemos la monstruosa iniciativa —propuesta neroniana— de someter a consulta pública el ejercicio de la justicia. Espero analizarla en otro artículo. El plato de lentejas de las futuras elecciones no justifica el menoscabo de la dignidad republicana y de la investidura que la representa».

¿Escuchará el presidente a hombres de semejante estatura, o sólo presta oídos a sus panegiristas?

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Comentarios

  1. Estructura de la substancia: forma y materia – acto y potencia
    La ousía sensible es un compuesto o concreto constituido por dos factores o principios: materia y forma, estos no se dan aislados sino constituyendo al individuo.
    Materia: es aquello de lo cual algo está hecho, su material, aquello «de que». Para saber cuál es la materia hay que preguntarse ¿de qué está hecha? La materia es lo indeterminado, lo pasivo, el contenido o material de algo, aquello «de que» este algo está constituido; y su determinación no la tiene de por sí, sino que la recibe de la forma.
    Materia no tiene nada que ver con el materialismo, sino que este término materia equivale al «contenido» que no tiene porque ser material. La materia es un término puramente relativo a la forma.
    Forma: es el «que» de la cosa, para saber cuál es la forma de algo hay que preguntarse ¿qué es esto? Forma no significa la «figura» de algo, sino que «forma» equivale a «esencia». La forma es lo determinante, lo activo, lo que da carácter a la cosa. La forma in-forma, le imprime una forma a la materia, que de por si es informe, indeterminada, y de este modo la hacer «ser» lo que en cada caso es. A la forma Aristóteles también la llama substancia segunda. Lo determinante, lo que la cosa es, lo real, reside en la forma, y es la forma, no la materia, lo propiamente cognoscible de la cosa: se conoce algo cuando se capta su forma, operación que no realizan los sentidos, sino el intelecto.
    Las formas son inmanentes a las cosas sensibles, materia y forma coexisten en este mundo sensible como dos aspectos inseparables de una sola unidad.
    Todas las cosas sensibles cambian y se mueven, y considerada la cosa en movimiento, se observa que el equilibrio entre forma y materia es inestable, puede ser predominante la forma sobre la materia o, a la inversa, la materia sobre la forma. Para pensar este dinamismo o desarrollo Aristóteles introduce dos conceptos: potencia y acto.
    Potencia: es la materia considerada dinámicamente, considerada en sus posibilidades. Por ejemplo, el árbol es mesa en potencia.
    Acto: es la forma dinámicamente considerada, la forma realizada, consumada. Por ejemplo, el árbol que vemos es árbol en acto.
    Acto vs. Potencia = Real vs. Posible

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