El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró en su conferencia mañanera que de no ser por los sacrificios que se hicieron, la curva de contagios hubiera sido más pronunciada; ¡más! El presidente señaló: «La mitigación de los efectos de la pandemia en la salud de las personas en la economía no sería posible sin una población que en su gran mayoría se ha comprobado de manera ejemplar, con sensatez, disciplina, y mucha generosidad. Estoy orgulloso del pueblo de México».
Este miércoles primero de julio los datos de la Secretaría de Salud muestran que ya son 231 mil 770 los contagios registrados, pero además se han dado 28 mil 510 fallecidos por Covid-19. A pesar de eso el presidente felicita a los mexicanos y a las autoridades que han informado con transparencia y precisión. El caso es que México ya supera a España en cuanto a número de muertos, pasando a ser el sexto país con más decesos por coronavirus.
El discurso del presidente va a tono con su actitud triunfalista de hace meses, cuando decía que en México estábamos preparados para la pandemia, y que nos había caído como anillo al dedo. Lo que no sabe el presidente es que sus palabras ya caen en el vacío; después de tantos dislates, ya pocos, muy pocos le hacen caso cuando habla sobre este tema.
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