¡Cuitláhuac, derrumba a Morena!

Cuitláhuac
Cuitláhuac García Jiménez FOTO: WEB
- en Opinión

Edgar Hernández* / 

¡Su gobierno está en el lugar 29 de 32!

El presidente Andrés Manuel López Obrador habrá de arribar este fin de semana a un Veracruz donde Morena está derruido y la reserva de los dos millones de votos hasta el 2018 en sus manos, ahora está en la cancha del PAN, PRI, PRD, el MC y la chiquillada, todos velando armas rumbo a las intermedias, paso previo a la sucesión del 2024.

Así y cuando apenas han transcurrido 18 meses de gobierno, el gobierno de la esperanza se derrumba.

Y aun cuando dejó de ser noticia que el gobierno Cuitláhuac García Jiménez, mes con mes, ha sido colocado por “Mitofksy” y “Arias” entre los tres peores gobernadores de la república, bien vale la pena recordarle que el origen de la debacle parte de su protegido.

Ni la “honestidad” -de la cual carece Cuitláhuac- ni que sea “hombre bueno” -que está por verse-, fueron garantías de eficiencia y capacidad y menos suficientes para preservar el poder pejista.

A ello se suman esos “moditos” del veracruzano que tanto desagradan a quien ha hecho de las mentiras una virtud -el 88 % de los dichos y compromisos del Peje en las “Mañaneras son ciertos- ya que lo que está en peligro es la misma 4T desde el mismo enclave veracruzano, sede de su tercera reserva electoral.

Se suma además el descontento ciudadano por los sonados fracasos como ser el gobernante que peor ha atendido el problema de la pandemia por Covid-19 y el menos aguzado para superar la inseguridad pública atemperando a los cárteles “No vamos a permitir ajusticiamientos”.

El de Cuitláhuac ha sido un gobierno que no se ha caracterizado por la honestidad o por atajar la corrupción, el nepotismo y los atropellos de sus colaboradores que a 18 meses están en el saqueo total.

Se entiende por ello que el jefe supremo tenga que arrojar maquillaje a la desafortunada gestión de su capricho veracruzanos, más no permitir bajo circunstancia alguna que se pierda la plaza.

Cuando el “Juanito”, Rafael Pompilio, un vendedor de paletas, llamado el “Rambo Mexicano”, fue impuesto a capricho por el Peje como Delegado de Iztapalapa, una demarcación capitalina con 5 millones de habitantes, el caos se dio de inmediato luego de sus primeras decisiones.

Los focos rojos del propio gobierno metropolitano que encabezaba el Peje alertaban que la gobernabilidad se estaba viniendo abajo, al igual que el descrédito electoral, por lo que de inmediato se ordenó su remoción.

Sería sustituido por una dama experimentada, Clara Brugada, quien llevó a buen puerto la causa en ese entonces -2009- perredista.

Hoy en Veracruz se vive el mismo Vía Crucis.

López Obrador no ignora que Cuitláhuac es el mejor de los peores gobernadores, que no sabe ni puede, por sus limitaciones, gobernar, que el escudo del “hombre bueno” ya se agotó, que el de “hombre honesto” dejó de funcionar al tener tanta rata a su lado y, lo más importante, que los muertos están saliendo del sepulcro.

Con el regreso de la simpatía ciudadana hacia los partidos repudiados en el 2018, con la confiabilidad en personajes de alto respeto, unos del PRI, como Pepe Yunes y otros del PAN o el mismo Morena, como Ricardo Ahued, quien en ya duda seguir en ese partido, el futuro de las tribus está en peligro.

Rocío Nahle por lo pronto dejó de ser la opción.

Manuel Huerta carga con el desprestigio al quedar atrapado como un viejo grillo opositor sin ninguna presencia, autoridad o personalidad alguna y el gabinete, una desgracia.

Aun se recuerda a Fernando Gutiérrez Barrios quien aprovechó su campaña electoral para observar e invitar a los mejores veracruzanos a posiciones de primer nivel de su gabinete.

Era de los que sostenía que no era un todólogo ya que su tema era la seguridad y que para lo demás solo con la opinión de los expertos en determinados temas de gobernabilidad, podía dar pasos seguros.

Así fue.

“No metan la mano al cajón, si tienen alguna necesidad o aspiración háganmela saber que por la vía institucional se les resolverá”, decía a sus equiperos.

El gobernante aun es recordado a pesar de que solo estuvo 24 meses.

Con éste, con apenas 18 meses, ya no saben que hacer sobre todo luego que Roy Campos, de Consulta Mitofksy, sostiene que Cuitláhuac apenas alcanza el 31.7% de aprobación, cuando el porcentaje promedio es de 42%.

“Arias” por su parte es más severo.

En los 18 meses de gobierno por 12 ocasiones el mandatario no se ha movido del 30 a la posición 32.

¡Que vergüenza!

Pero deja la vergüenza. El broncón que se le viene encima a Morena está peor.

Y eso el Peje lo sabe.

Por ello este sábado el único banderazo que dará es el de la precampaña electoral rumbo al primer domingo de julio del 2021 en donde si pierde le cercenan los brazos, uno al perder la mayoría legislativa, el otro al no contar con el apoyo de los municipios en donde se concentra su capital electoral.

Por ello, aunque no lo diga, su “buen hombre” antes de 5 meses, el primero de diciembre, podría irse a continuar su trámite de titulación a Alemania, para que no lo anden ninguneando.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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