José Rubén Mendoza Hernández, comisionado del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI) renunció por “motivos personales” y por así convenir a sus intereses. De la misma manera Arturo Mariscal renunció “voluntariamente” al cargo que tenía al interior del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI). Se repite en el IVAI lo que sucedió en la Fiscalía General del Estado, donde tan pronto llegó la fiscal espuria, Verónica Hernández Giadáns, se puso a trapear por orden de Éric Patrocinio Cisneros Burgos. Salieron órdenes de aprehensión en contra de todo lo que se moviera.
Ahora, bajo el mismo esquema, Naldy Patricia Lagunes, por quien algunos compañeros periodistas se rasgaban las vestiduras y ponían sus manos al fuego por ella, de inmediato se colocó su mandil de matarife y se dispuso a afilar sus cuchillos para cortar carne. Vale mencionar que el IVAI, así como la Fiscalía, es un ente autónomo, que se gobierna por sí mismo. Sin embargo, los golpes que el gobierno acepta, con el beneplácito tácito de Cuitláhuac García, hacen pedazos la gobernabilidad del estado.
Patrocinio Cisneros le está dando a la gobernabilidad de Veracruz como un niño tonto a una piñata, entusiasmado porque ve que de cada golpe brotan los tecojotes, las cañas y los dulces. Pero los golpes que le han dado a la autonomía de estas instituciones serán muy difíciles de resanar. Ni siquiera los diputados, que deberían defender esta autonomía, dicen nada, porque saben que en cualquier momento Bola 8 puede dirigir la mirada a ellos.
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