Hace unos días en Xalapa los jóvenes de una talachera fueron acribillados, no asaltados ni robados, acribillados. El día de martes el cuerpo de una persona fue arrojado sobre la calle de Azabache, de la colonia Manantiales, se dice que con señales de tortura. En Xalapa se han dado con constancia los ataques y las ejecuciones. El secretario de Seguridad Pública, quien tiene más a mano la información sobre estos casos, señala que en la capital de Veracruz se está dando un enfrentamiento entre bandas delictivas; de ahí las ejecuciones.
Hipólito Rodríguez, ante la impotencia de su ineficacia pide que nos encomendemos a la Divina Providencia. Por su parte, el secretario de Gobierno, a quien ya no lo queremos ni de adorno, minimiza el problema y señala que no hay tal disputa entre cárteles ni bandas criminales, sino que solo son «bandas de compañeros más que nada, no es lo mismo una banda, un grupo que un grupo criminal organizado nacional, son cosas muy distintas».
Bandas de compañeros, nueva clasificación aporta el culto escritor Cisneros, experto en “bandas de compañeros”. El problema de la delincuencia se agrava en el estado, particularmente en la capital. Y ni acudir al alcalde; Hipólito Rodríguez se esconde en la concha de su incapacidad.
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