Los Tiburones Rojos pertenecían a la iniciativa privada, aunque en algún momento pertenecieron al estado de Veracruz, lo que fue un mal negocio. La verdad es que los Tiburones Rojos de Veracruz, desde hace ya varios años, siempre ha sido un equipo decepcionante. Sólo los jarochos del puerto de Veracruz lo aguantan, sólo ellos pudieron soportar esa racha de más de 43 partidos sin conocer la victoria.
Dicen los maledicentes que los Tiburones Rojos sólo han servido para lavar dólares; así como muchos equipos del futbol profesional en México. Verdaderos hampones, más ampones que Fidel Kuri, han sido propietarios de equipos. De Kuri se dice que llegaba con los fajos de dinero para pagar a los jugadores; pocos se preguntaron de dónde sacó los cientos de millones de pesos que debía a la Federación de Futbol y que a un día de que terminara el plazo para pagar, liquidó.
Sólo faltaba que, para quedar bien, como en un momento lo intentó, el gobernador de Veracruz cree una especie de “fobaproa” para rescatar financieramente a los Tiburones Rojos de Veracruz, equipo que sólo ha servido para enriquecer a unos cuantos. ¿Para qué tener a un equipo perdedor sólo para dar gusto a una afición masoquista?
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