Armando Ortiz / En nota de Ignacio Carvajal de Expediente.mx nos enteramos que el “préstamo”, que no deuda, que el gobierno de Veracruz contrajo para pagar aguinaldos y sueldos de diciembre no está pactada a un año, como dijo el mentiroso gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, sino que se pactó a 20 años. Por cierto, tampoco son sólo 2 mil 400 millones de pesos, sino 19 mil 500 millones de pesos. El periodista Ignacio Carvajal recurrió al reporte sobre deuda y obligaciones financieras de estados y municipios que emite la Secretaría de Hacienda y ahí encontró que el famoso préstamo de 2 mil 400 millones de pesos es en realidad una deuda de 19 mil 500 millones de pesos pactada con Banobras y con Bancomer y a un plazo de 40 años. Esto quiere decir que la mentira de Cuitláhuac García se vuelve monumental, púes un supuesto préstamo de un año pasó a ser una deuda contraída para 20 años. Para ese entonces, si todavía vive, el gobernador tendría 70 años de edad. Por supuesto, siendo que es una deuda, los intereses por ese monto girarán alrededor de un 7 u 8 por ciento. ¡Haga usted sus cuentas! Lo que agrava el tema es que de un solo plumazo la deuda de Veracruz con las instituciones bancarias pasaría de 42 mil 207 millones a 61 mil 707 millones de pesos. ¡Vaya con este embustero! Y todavía se llena la boca diciendo que él no miente.
El drama de Cristian, Astrid y David; el narcomenudista, la novia y el taxista
¡Qué bueno que aparecieron Astrid y David! Ella la novia de Cristian, quien sigue desaparecido, él un taxista que los llevaba a un antro. Cristian no fue liberado porque él era el objetivo del grupo que se llevó a los tres. De acuerdo con declaraciones de Astrid, novia de Cristian, su pareja se dedica al narcomenudeo y fue un grupo rival quien los levantó en una especie de ajuste de cuentas. Hay que decirlo, fue la presión de las redes sociales lo que debió motivar a los secuestradores para soltar a Astrid y a David, quienes no eran su objetivo, quienes no tenían culpa de lo que presuntamente les había hecho Cristian. Aquí lo grave es que en su confesión Astrid reconociera que sabía a qué se dedicaba su novio Cristian. Sabía a qué se dedicaba y se arriesgó; afortunadamente sólo fue un susto para ella. Pero el drama no ha terminado, pues de los tres que fueron levantados falta Cristian, y vaya usted a saber si lo devuelvan, esperemos que sí, porque para escarmientos, el joven debió ya de entender el mensaje. Todo esto pasa en un Veracruz seguro, que presume cifras bajas de homicidio y feminicidio. Todo esto pasa en un país que no entiende que los jóvenes no quieren sus becas de 3 mil 600 pesos, que prefieren seguir en el negocio de las drogas que, aunque representa un gran riesgo, les da al mes diez veces más que esa beca de Jóvenes Construyendo el Futuro.
En Veracruz ser maestro rural ya es una profesión de riesgo; secuestran a cuatro maestros en Mariano Escobedo
Mariano Escobedo está en la zona de las altas montañas de Veracruz; se le considera uno de los suburbios de Orizaba. A las comunidades de esa zona cientos de maestros acuden a trabajar a las escuelas donde miles de alumnos los esperan. Enseñar pudiera no parecer una profesión de mucho riesgo, sin embargo, en Veracruz ser maestro rural ya es un oficio de mucho riesgo. Esto lo decimos porque en la comunidad de Mariano Escobedo, cuatro maestros de telebachillerato, tres mujeres y un hombre fueron levantados por un grupo del crimen organizado. De acuerdo con información que se ha filtrado los secuestradores ya pidieron rescate por los maestros secuestrados, por lo que exigieron que no hicieran nada más que pagar el rescate. Pero los pobladores de la zona se enteraron del secuestro y tomando valor ya cerraron las salidas de la comunidad, por si los secuestrados todavía están en la zona y puedan ser liberados. Cabe señalar que en los últimos días en Veracruz el secuestro se ha disparado exponencialmente. Niños, jóvenes, narcomenudistas, empresarios, amas de casa y maestros son el objetivo de estos secuestradores que han visto que mientras el gobierno de Veracruz siga inoperante, ellos pueden hacer ganancia de este río revuelto. Se espera que nuevamente las redes sociales presionen de manera intensa para disuadir a los secuestradores y con ello suelten a sus víctimas. ¿Qué más nos queda hacer?
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