El gobierno de Cuitláhuac García piensa que la prensa que critica sus torpezas, su ineficacia y su nepotismo lo hace porque están siendo pagados por sus opositores. Él lo cree así porque se dio cuenta de lo fácil que fue amaestrar a algunos medios con esos convenios “chiquitos”; muchos de esos medios que no tienen ningún alcance ni en Veracruz ni en el estado, por lo que no forjan criterios ni crean percepción. Por eso, cada que tiene oportunidad manda a su sicario preferido, ese que sí está siendo pagado desde la Secretaría de Gobierno, para denostar el prestigio de algunos periodistas independientes.
Ya los colocó en una supuesta lista de la Fiscalía que controlaba Jorge Winckler, sin embargo, una vez que llegó la espuria Verónica Hernández Giadáns, no dieron a conocer ninguna prueba de esos “chayotes” que otorgaba Winckler a sus preferidos. Ahora, ese mismo sicario señala que la nueva dirigencia estatal del PAN encontró a varios periodistas en la nómina que Pepe Mancha manejaba mientras era presidente del PAN.
¡Por lo qué más quieran, ya entreguen una prueba! Si esas listas existen, Tito Delfín, nuevo secretario general del PAN debe mostrar esas listas, desenmascarar a esos periodistas que se prestan para ocultar corrupción, para elogiar al poderoso. Si es que esa lista existe, si es que la llegan a dar a la luz, se darán cuenta que los mismos que ahora contrató Cuitláhuac García, estaban contratados por el PAN. Ese tipo de periodismo no tiene escrúpulos.
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