No sólo es la monumental estupidez por lo que Ana Miriam Ferráez defiende los convenios de la Pepsi con el secretario de Educación, Zenyazen Escobar; también están sus intereses y los de la familia Ferráez, quien ha salido muy beneficiada en este sexenio con convenios directos y contratos de arrendamiento. Resulta que en el oficio SEV/OM/DAAI/AR/113/2019 emitido por la Dirección de Adquisiciones y Arrendamiento de Inmuebles de la SEV el día 22 de octubre se avisa a la arrendadora Irma Delia Palma que, por instrucciones de Félix Guillermo López Rivera, coordinador académico de la subsecretaría de Educación Básica, se desocuparán las oficinas de Secundarias Estatales que se ubicaban en la avenida Orizaba No. 25 en el fraccionamiento Veracruz.
¿Cuál es la razón? Eso lo explica un segundo oficio fechado el 21 de octubre, un día antes, en donde se señala que cuatro oficinas del nivel de Educación Básica serán trasladadas al «inmueble ubicado Manuel Ávila Camacho No. 42, propiedad de Grupo Ferráez S.A. de C.V.» En ese oficio se advierte que el inmueble de los Ferráez, que se piensa arrendar, tiene menos superficie que el de la avenida Orizaba; el de los Ferráez es 726.14 metros cuadrados menor.
Ahí, donde sólo caben 120 empleados pretenden ubicar a 200. Es por ello que Rodolfo García Vázquez, director de Adquisiciones y Arrendamiento de Inmuebles de la SEV, pide que se asigne al “mago” que sea capaz de meter a 200 en un espacio de 120. Esos son los enjuagues que los Ferráez, quienes han realizado festivales y banquetes para el gobierno, quienes poseen jugosos contratos con Comunicación Social y quienes ahora tendrán contratos de arrendamiento con el gobierno de Cuitláhuac García.
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