En vez de atender a los maestros como se debe, varios subsecretarios de la SEV no se bajan de su nube; la promesa que les hizo el aún consentido del góber, de hacerlos diputados y alcaldes, los ha hecho perder el piso. La mayoría de ellos con modesta plaza de maestro y provenientes de familias sencillas ya se miran en su curul. Se sienten soñados, bordados a mano, creen que nadie les merece y se sienten los pilares benditos de la Cuarta Transformación. Claro que el puesto que hoy ostentan los ha hecho pensar que sí se puede.
Ahí está Moisés Pérez Domínguez, subsecretario de Desarrollo Educativo, que cree que la Zona de Tantoyuca le reclama su presencia para que él sea el salvador de su precaria situación económica. Y qué decir de Maritza Ramírez Aguilar, quien ante su séquito de fraternas amiguitas ha señalado que será la próxima Reina del sur, desbancando a conocida líder del MMPV.
Pero esa situación no debe de extrañarnos, el propio titular de la SEV ya se proyecta en sus sueños cachondos y febriles como presidente municipal de Río Blanco. Esas promesas tropicales han hecho que más de tres anden ya en pleno jolgorio electoral, estos personajes aún no siembran las aceitunas y ya les andan poniendo precio. Ojalá y alguien desde la Ciudad de México les llame la atención, ya que el gobernador local se encuentra desojando la margarita y no quiere perder su tiempo en esos menesteres, total, los profes pueden esperar.
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