¿Se acuerda usted de la cara del gobernador cuando anunció que Veracruz navegaba en un mar de turistas internacionales? ¿Se acuerda usted del rostro de Xóchitl Arbesú cuando el gobernador pronunció esa cifra? Era un par de ingenuos, de tontos bienintencionados que se creyeron las cifras que algún pendejo por ahí les pasó, un imbécil que no tiene ni la menor idea de las estadísticas y que se atrevió a aventurar una cifra, entre más grande mejor.
Dos datos para que se dé usted cuenta de semejante pendejada. El Secretario de Turismo a nivel federal, el señor Miguel Torruco, hizo un cálculo optimista sobre el crecimiento del turismo en 2019. Torruco dijo que se esperaba que el turismo creciera un 4 por ciento. Nada de 10 o 20 o 50 o 331 por ciento, un optimista 4 por ciento. Segundo dato, Arias Consultores pone a Veracruz en el último lugar ante la pregunta: ¿Ha mejorado el turismo en el estado? 83 de 100 personas contestaron que no y 5 personas contestaron que sí, 11 personas no supieron que contestar.
De ese tamaño es la pendejada del 331 por ciento de crecimiento en turismo internacional. Pero la cara del gobernador al dar a conocer esa cifra era la de un sujeto al que le vieron la cara de tonto; y la de Xochitl la de una estulta que se creyó que los veracruzanos somo tan pendejos como sus asesores.
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