¿Quién estuvo ocupado en medios y redes para dejar claro que fue Eleazar Guerrero el responsable del tema de las camionetas con sobreprecio?

Informes
El secretario de Gobierno del Estado de Veracruz, Éric Patrocinio Cisneros Burgos FOTO: FRANCISCO DE LUNA
- en Carrusel, Opinión

Armando Ortiz / El tema de las patrullas F-15 de un millón 300 mil pesos, el doble de lo que marca el tabulador de la Ford, se fue convirtiendo en una bola de nieve que al parecer no tendrá mayores consecuencias, pues el gobernador le cree todo a su primito incómodo, y éste ya le salió con el absurdo de que las camionetas las compró en abonos chiquitos, como en Elektra, donde al final las cosas te salen al doble. Lo que resulta extraño es que a partir del viernes por la noche y hasta el domingo se vio a los operadores de medios trabajando duro, tanto en Boca del Río como en Xalapa, tratando de sangrar más el tema de las camionetas a sobreprecio. Se sabe que estos operadores trabajan al servicio del todavía secretario de Gobierno, nombre clave: “Bola 8”. Estos operadores de medios se ocuparon de subir a portales “amigos” y en redes sociales cualquier información relacionada con malos manejos administrativos en la adquisición de 160 patrullas para la SSP. ¿Será que la tregua derivada de acuerdos con el primo incómodo terminó? ¿Acaso “Bola 8” quiso aprovechar el golpeteó para que el gobernador se distrajera y se olvidará de su posible remoción? O es que el secretario de Gobierno vio la oportunidad de desplazar al primo incómodo junto a uno de sus enlaces administrativos. Así las guerras intestinas en el gabinete del Cuic, ataques entre los dos personajes que más daño le han hecho y que lo tienen en los suelos en cuanto a popularidad.

¿De quién es la culpa del “desastre” en Veracruz, del fiscal o del gobernador?; el Cuic pasa de lo absurdo a lo esperpéntico

26 veces, nos reporta Salvador Muñoz en Los Políticos, menciona el gobernador Cuitláhuac García al fiscal Jorge Winckler, o a la Fiscalía, en su inusitada conferencia de prensa de este lunes. A ratos, ante las preguntas de los reporteros, el gobernador de estado se salía por la tangente exhortando a quienes lo cuestionaban a que le preguntaran al fiscal: “Ayúdenme, pregúntenle al fiscal”. Cuitláhuac García, en su obsesión por echarle la culpa de todo al fiscal ha pasado de lo absurdo a lo esperpéntico. Tan convencido está el gobernador de que todos los males de Veracruz tienen su raíz en la permanencia del fiscal, que también está culpando a los diputados que votaron en contra del juicio político a Winckler. Ahora los ciudadanos no debemos pedirle cuentas al gobernador, sino al fiscal y a los diputados que votaron en contra de su salida. El gobernador Cuitláhuac García sin darse cuenta reconoció el “desastre” en que vive Veracruz, pero lo reconoció para echarle la culpa a los diputados que no votaron por el juicio político: “La mayoría de los diputados locales estuvo de acuerdo con hacerle juicio político, la mayoría, más del 50 por ciento, lamentablemente no todos; pero ahora esos que faltaron deben de estarle pensando el desastre en el que nos tiene el fiscal en la procuración de justicia”. ¿El desastre en el que nos tiene el fiscal, o el desastre en el que nos tiene la mala administración del gobernador?

Ojalá en dos años haya resultados, ojalá la estrategia de seguridad funcione; nadie le quiere apostar al fracaso, pero…

Decía Roy Campos de Consulta Mitofsky que uno de los errores del presidente de México es ponerse metas a corto plazo, lo que provoca en los ciudadanos una expectativa que no se cumplirá. A Veracruz vino Andrés Manuel López Obrador para decirnos que, en seis meses, a partir del 22 de abril de 2019, se verían los resultados de su estrategia de seguridad para Veracruz. Muchos anotaron la fecha del plazo fatal, 22 de octubre de 2019, pero después, más mesurado, Alfonzo Durazo, secretario de Seguridad Pública rectificó para señalar que los resultados se verían en un plazo de dos años; lo que por supuesto no significa que en esos dos años se acabaría con la inseguridad. Esos mismos dos años son los que pregona Cuitláhuac García para que se vean los resultados de la estrategia de seguridad. Por supuesto, nadie que no esté cuerdo desearía que la estrategia de seguridad falle. Los veracruzanos, hartos de vivir con miedo, queremos paz, tranquilidad, seguridad. Ojalá en ese plazo de dos años detectemos síntomas de que la situación mejora; ojalá veamos que las autoridades están trabajando para los ciudadanos; ojalá escuchemos de más golpes en contra de los cabezas del crimen organizado; ojalá en dos años nos podamos sentir más seguros. En serio, ojalá resulte, ojalá.

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