Con la aplicación de la Ley General del Servicio Profesional Docente, que impulsó la mal llamada Reforma Educativa, se perjudicó directamente al maestro. Desgraciadamente el abogado defensor en esos momentos Juan Díaz de la Torre, fue comprado por el Gobierno Federal y dejó perder este derecho laboral. Por primera vez en México se concursaron las vacantes de directores y supervisores de Educación Básica, así como las de subdirector académico, jefes de departamento académico y administrativo, y la figura de supervisión escolar en el nivel correspondiente.
Antes de la Reforma Educativa y la aprobación de la Ley General del Servicio Profesional Docente, estos procesos se decidían en las comisiones mixtas de escalafón. Esas comisiones estaban integradas por la autoridad educativa y miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). El reglamento de escalafón referido otorgaba puntos por diversos factores, como antigüedad, grado académico, investigaciones, organización del trabajo, laboriosidad y, en entidades como en Oaxaca, participación sindical.
Es cierto que muchos líderes sindicales abusaron y prostituyeron el escalafón, pero su buena aplicación favorecía la antigüedad y experiencia. Hoy hay ATP, directivos y maestros desempeñando funciones sin la mínima experiencia educativa. Son docentes directivos y de aula sin conocimientos sólidos sobre el contenido de los planes y programas de estudio y no saben gestionar y tratar a los demás, les falta mucho por aprender.
Con la nueva ley se eliminó el reglamento de escalafón, así como la participación del SNTE o cualquier otro sindicato en la promoción a cargos de dirección y supervisión. Ya se verá qué propone el nuevo modelo que impulsa el presidente de México mediante los diputados y su secretario Esteban Moctezuma.
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