Édgar Landa Hernández / Era el día 25 de febrero del año en curso y Nuestro gobernador Miguel Ángel Yunes linares daba el banderazo inicial para estrenar la flamante carretera Xalapa-Coatepec. Con un afluente aproximado de 35 mil unidades diarias que transitan por ahí.
Construida con concreto hidráulico y con 23 cms. De espesor, la transitada rúa fue puesta en marcha para que los automovilistas pudieran circular más seguro a sus centros de trabajo y a sus hogares. Se dice según los ingenieros, que será una de las carreteras más seguras, y que conforme a su estructura no necesitará reparaciones, hasta dentro de 30, o 40 años. ¡ESO LO VEREMOS!
Pero algo ha salido mal, de un tiempo a la fecha no hay día que no existan percances de mayor o menor magnitud. Propiamente más del 80% de los accidentes ha ocurrido por no respetar las señales de velocidad. Otros más, por no guardar la debida distancia y no tener tiempo propicio para efectuar el frenado correspondiente.
Hace algunos días, tuve la necesidad de circular este tramo de carretera, -no soy de los que manejan rápido ni mucho menos, me gusta de disfrutar mi recorrido sin prisas- Y desde un inicio se me hizo agradable poder observar el entorno, buena señalización, así como las plantas de ornato que le agregaron.
Posteriormente a ello, una pequeña llovizna se hizo sentir sobre la carretera, y conforme iba avanzando, si acaso iría yo a 40 kms. Por hora, pasando conocida estación de gas, sentí como mi auto se deslizaba de un lado para otro sin que yo pudiera controlarlo. Traté de maniobrar y el auto seguía sin rumbo fijo hasta que con precaución lo pude controlar y metros más adelante me detuve.
Revise por si acaso alguna rotula o terminal hubiesen tenido algún desperfecto, pero todo estaba como debe de ser. Los neumáticos en excelente estado. Así que volví a mi auto y recomencé a conducir, pero ahora ya con cierto miedo y con mucha precaución. Durante 28 años me he dedicado al mantenimiento del sistema de frenado, así como de la suspensión automotriz. Y sé cuáles son los síntomas cuando una de estas piezas llega a fallar.
Y en esta ocasión me di cuenta que la adherencia de las llantas al suelo resbaladizo es casi nulo, aunando que la velocidad inmoderada en la cual se maneja hace más probable que perdamos el control de nuestros vehículos.
Lo único que debemos de hacer es manejar con precaución, guiándonos por los señalamientos, frenando a tiempo y no con brusquedad. Ah y no perder la realidad con los teléfonos, porque un pequeño parpadeo puede cambiar para siempre tu vida.
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