Se dice que Poncio Pilato, como procurador romano de Judea en tiempos del emperador Tiberio, determinó con su forma de actuar el destino de Jesús de Nazareth, pero antes de dictar sentencia se lavó las manos como señal de estar limpio de sangre inocente. De ahí el origen de lavarse las manos como Poncio Pilatos, cuando queremos referirnos a alguien que teme tomar una decisión para no buscarse problemas o que está en una situación difícil y sale de ella sin asumir responsabilidad alguna.
Ahora resulta que la PGR dice que la denuncia por fraude fiscal contra Karime Macías, que por cierto lleva dos años, no avanza porque Hacienda no procede, específicamente porque no hay una querella de parte de esta oficina. El titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales de PGR, Felipe Muñoz Vázquez, señala que no se explica la lentitud de los funcionarios de Hacienda.
Lo que uno no se explica es por qué hasta después de dos años se dan cuenta de la lentitud de esta oficina. Ojalá y que ahora se agilice el asunto y se proceda contra el cerebro perverso, de la mujer que maquinó el más grande desfalco de la historia de Veracruz.
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