Jesús Conde pierde una pierna por diabetes; pide pensión

Diabetes
Jesús Conde Bernardino perdió una hija, sus parcelas y una pierna por la crisis que ha azotado a su pueblo indígena, conocido como Poblado Dos, en el municipio de Cosamaloapan. El señor, de 55 años, apoya sus débiles manos en dos muletas para caminar en céntricas calles de Xalapa, en busca de ayuda FOTO: JUAN DAVID CASTILLA
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Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. Jesús Conde Bernardino perdió una hija, sus parcelas y una pierna por la crisis que ha azotado a su pueblo indígena, conocido como Poblado Dos, en el municipio de Cosamaloapan.

El señor, de 55 años, apoya sus débiles manos en dos muletas para caminar en céntricas calles de Xalapa, en busca de ayuda.

Se le dificulta hablar en castellano o el dialecto chinanteco, porque sus dientes se aflojaron y, en ocasiones, escurre líquido de su nariz.

Cuando ingiere alimentos, también los expulsa por las fosas nasales.

La diabetes le está arrebatando la vida. Su salud se ha complicado con el paso de los años. Carece de dinero para su tratamiento.

Hace unos 30 años una de sus ocho hijos enfermó de los riñones. Su familia siempre ha sido humilde, de escasos recursos.

Él no tenía dinero para que la joven fuera atendida en un centro de salud. Nunca contó con seguridad social.

Tuvo que rematar sus siete hectáreas de cultivo -dos de maíz y cinco de caña- en 350 mil pesos, para pagar servicios de salud para ella.

Su hija murió a la edad de 19 años. Ese lamentable hecho y la pérdida de sus tierras hicieron que don Jesús adquiera diabetes, hace 27 años.

«Vendí mi parcela por querer salvar la vida de mi hija, no se pudo hacer nada, me quedé totalmente en la calle, ahora caigo yo con este problema de salud», recuerda.

Los siete hijos de Conde Bernardino debieron emigrar en busca de empleo. Algunos de ellos están en Cancún, otros en Tehuacán, Puebla.

«Están trabajando por fuera porque en el pueblo no hay (empleo), es zona de pobreza, la gente come del campo, no tenemos apoyo, estamos totalmente abandonados, por lo mismo se fueron mis hijos».

Sus hijos lo apoyan con frecuencia. Le depositan 100 o 200 pesos, según sus posibilidades; sin embargo, el dinero no le alcanza para su atención médica.

El señor se topó de frente al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares en el desfile del 16 de septiembre. Le pidió una pensión vitalicia porque no puede trabajar sin su pierna derecha y el debilitamiento de su cuerpo.

Además, requiere medicamentos como insulina, Complejo B y otras sustancias para atender su salud.Don Jesús puso a disposición el número celular 288 109 63 33, para que quienes deseen apoyarlo con donaciones se comuniquen con él.

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