«Ni crean que gane por ese señor llamado Andrés Manuel López Obrador, yo sí tengo humildad y no Morena me hizo ganar». El ya considerado traidor, por los seguidores de AMLO, ya no sabe cómo salir del embrollo en que se metió. El futbolista, con uniforme de gobernador, se siente parido por las hadas, es más, se siente bordado a mano; se siente que las puede al grado de decir que la gente votó por él y que llegó a gobernador por sus propios méritos.
El rey de las patadas, haciéndose el defensor de los españoles, dice que no llamen a su cuate y valedor “españolete”, porque la presidenta de Morena ofende a todos los españoles. Habrase visto semejante pedazo de jumento. Pero bueno, de los errores se aprende y deben tomar las cosa en serio, esa dichosa tómbola de candidaturas abre las puertas a sujetos que no saben ni la “O” por lo redondo.
En Veracruz tenemos ejemplos muy concretos, a varios diputados chapulines nada más les mostraron el billete y brincaron de partido abandonando a Morena. Eso pasa cuando no hay formación ideológica ni principios fuertes y eso les está pasando a los blandengues diputados de Morelos. Morena debe tomar muy en serio esta situación, muchos individuos, como la mala hierba, han comenzado a crecer en sus filas.
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