Si Andrés Manuel López Obrador sabe reconocer el talento y oficio político de sus aliados, deberá considerar que uno de los pilares más fuertes de su movimiento que lo llevó a la presidencia, fue Tatiana Clouthier. Una mujer que dio la cara con valentía y supo sortear los dardos envenenados de la oposición.
No fue fácil enfrentar a un Zepeda y su terquedad, o a un Lozano belicoso o al mismísimo Aurelio Nuño Mayer con sus intrigas. Ante ellos Clouthier dio la cara por el tabasqueño, y cumplió a cabalidad su trabajo. Sin embargo, la excoordinadora de campaña, quien dice lo que piensa y cuando algo no le parece, lo expresa, no es un robot uniformado, es un ser pensante e inteligente.
Seguramente esta forma de ser no le pareció a la burbuja que rodea al presidente electo, pues cuestionar la voz de la rencarnación del Huitzilopochtli del sureste, es como buscar el naufragio político, a él no se le cuestiona, se le obedece.
Así que Tatiana Clouthier prefiere su trinchera legislativa que formar parte del gabinete. No se sabe con certeza si ella vaya a ser la coordinadora de los diputados federales, esa sería una salida muy elegante y de acuerdo a la categoría de la dama. Si no es así, es mala señal para AMLO, pues quedaría como un mal agradecido.
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