Claro que sabemos que Elba Esther Gordillo no ha sido declarada inocente, claro que sabemos su proceso sigue. Si embargo, no es lo mismo que su proceso siga mientras ella se encuentra en la cárcel, a que su proceso siga mientras ella está con todas las comodidades en su casa de Polanco en la Ciudad de México. De hecho, un juez ya instó a la Procuraduría General de la República para se contemplen medidas de vigilancia permanente.
Elba Esther no podrá salir de su casa, se le retira el pasaporte, la visa y no puede hacer fiestas constantes como la bienvenida que le hicieron cuando se instaló en su casa de Polanco. La exlideresa magisterial, otrora dueña y señora del SNTE, deberá llevar un brazalete electrónico que indique el lugar donde se ubica.
Que no se crea la maestra que se podrá ir de compras a las tiendas departamentales de lujo en Polanco, ni podrá pasar vacaciones en la Riviera Maya. Ella no sale de su casa hasta que se dicte sentencia de todo lo que se le acusa; ya lo dice el dicho: «Aunque la jaula sea de oro, no deja de ser prisión».
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